10 fotosCisnes blancos para la eternidadEl segundo acto de “El lago de los cisnes” es el monumento más estable del repertorio académico. El Ballet Nacional de Cuba custodia la versión de Alicia Alonso sobre la original de Ivanov.Roger SalasBernardo Pérez26 sept 2013 - 20:16CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl adagio del segundo acto de “El lago de los cisnes” (en la imagen Anette Delgado y Dani Hernández) constituye un decálogo estético del academicismo más depurado sobre la herencia romántica.Bernardo PérezLa versión cubana de este adagio singular, considerado como el más perfecto de la historia del ballet, se mantiene inalterado desde la fundación de la compañía. Alicia Alonso marcó el papel con unos tiempos más lentos.Bernardo PérezEl dibujo del conjunto de los cisnes blancos fue diseñado para ilustrar la música a la vez que llevar la acción dramática hacia su desenlace fatal. La formación responde al canon del “acto blanco” y a sus simetrías. Bernardo PérezLos cisnes en su conjunto expresan un deseo de vuelo y de libertad. La evolución del cuerpo de baile está sujeto a una rigurosa gestualidad particular marcada por el movimiento armónico de los brazos como alas.Bernardo PérezEl adagio comienza cuando el Príncipe Sigfrido (en la fotografía Dani Hernández) descubre y rescata a su princesa convertida en cisne víctima de un encantamiento; toda la danza es un diálogo de amor en forma de lamento.Bernardo PérezLa coreografía de Lev Ivanov está considerada canónica y se interpreta con apenas sutiles variaciones. La música está tutelada por el primer violín de la orquesta que expone continuadamente el tema de la obra.Bernardo PérezLa ilusión de levedad y de vuelo está presente en la estética del adagio, así como los intentos del cisne por escapar del abrazo del príncipe. Un juego formal de elevaciones, giros y figuras transmite esas intenciones.Bernardo PérezEl Príncipe Sigfrido sella en el adagio el pacto de amor con la princesa-cisne Odette: luchará contra el mal representado por el mago Von Rothbart hasta romper el hechizo. En la imagen Dani Hernández y Anette Delgado.Bernardo PérezLa herencia de los ‘actos blancos’ en el ballet académico es una derivación de las escenas espectrales de la anterior etapa romántica, y es por ello que el cisne es un debate constante de imaginario y estantigua.Bernardo PérezSingular pose del final del adagio, que se conserva en la versión del Ballet Nacional de Cuba según la lectura de Alicia Alonso y que se documenta como histórica dentro de la tradición occidental del ballet del siglo XX.Bernardo Pérez