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PROGRAMAS

Del ‘reality’ al ‘personality’

Las cadenas reinventan los programas de telerrealidad y apuestan por producciones que muestran la intimidad de los famosos

Tamara Falcó, en una imagen promocional del programa 'We love Tamara'.
Tamara Falcó, en una imagen promocional del programa 'We love Tamara'.

Cuando se emitió la primera edición de Gran Hermano en España, hace ya 13 años, muchos telespectadores quedaron cautivados por los reality shows y todo lo que ofrecían. Desde el sofá de casa, familias enteras observaban las intimidades, discusiones, miserias y alegrías de gente totalmente desconocida que, sin embargo, era capaz de despertar en el espectador desde el odio más irracional hasta el más profundo cariño. Este cóctel de emociones revirtió en unos excelentes resultados de audiencia de los primeros programas en este formato, pero, con el tiempo, el suflé de la telerrealidad fue bajando. Las ediciones se repetían una detrás de otra sin aportar nada nuevo, cada vez con peores resultados de audiencia y repercusión mediática. El formato se vio entonces obligado a reinventarse: del reality show pasó al personality show. De contemplar las intimidades de desconocidos a observar las interioridades de personajes famosos.

‘Alaska y Mario’, de MTV, ha aumentado su audiencia cada temporada

La idea, como es de esperar, tuvo su origen en EE UU. El cantante Ozzy Osbourne abrió las puertas de su casa en 2002 a la cadena musical MTV para que grabara el día a día de su controvertida familia. Las trastadas de sus protagonistas —Ozzy incluso reconoció en 2009 que solía ir colocado cuando grababa el programa— despertaron el interés de muchos espectadores y el programa fue un éxito. Después de Ozzy vinieron muchos más. Desde Britney Spears a Paris Hilton pasando por Hulk Hogan o David Hasselhoff, unos con más éxito que otros, enseñaron o hicieron ver que enseñaban su rutina diaria a la audiencia americana.

Alaska y Mario Vaquerizo.
Alaska y Mario Vaquerizo.

En España también fue la MTV quien apostó por este formato produciendo el programa Alaska y Mario, que lleva ya tres temporadas con excelentes niveles de audiencia. La última temporada registró una media de 345.136 espectadores y casi un 2% de share, lo que supone un aumento del 27% respecto a la segunda y de un 56% respecto a la primera. “El éxito de Los Osbournes nos animó a apostar también aquí por este formato”, explica Laura Abril, vicepresidenta editorial de MTV España. “Buscábamos personajes que tuvieran reconocimiento público y que a la vez su vida personal tuviese el carisma e interés suficiente. También que no impusieran ningún tipo de censura”, añade. Según Abril, la famosa pareja nunca ve el programa hasta que se emite y no existe ningún tipo de limitación. “Ellos saben que cuando llegan las cámaras todo lo que digan puede utilizarse en el programa. Tampoco pueden pedir ni siquiera que se deje de grabar unos segundos”.

Si la analogía entre los personajes de Alaska y Mario y Los Osbournes es inevitable, también cuesta obviar el personality protagonizado por Paris Hilton cuando se atiende al programa que está preparando, también de producción propia, la cadena Cosmopolitan TV. We love Tamara enseñará a partir del 12 de septiembre las interioridades de Tamara Falcó, cuya notoriedad —como Hilton— tiene su origen en ser hija de. La descendiente de Isabel Preysler y Carlos Falcó, marqués de Griñón, enseñará a la audiencia una parte de su rutina diaria: desde los glamurosos eventos a los que suele asistir hasta sus visitas regulares a la iglesia (“No descarto meterme a monja”, llegó a declarar hace menos de un año), todo ello combinado con otras situaciones inducidas, como tirarla de un paracaídas o cameos de famosos como Boris Izaguirre o los propios Alaska y Mario Vaquerizo. Pero que nadie espere en We love Tamara el estilo descarnado de otros programas de telerrealidad. “No será Gandía Shore”, aclara Juan Mayne, director general de Cosmopolitan TV. “No buscábamos una mirada tan cruda a la realidad del personaje, sino algo más cinematográfico y con más estilo”. A diferencia de Alaska y Mario, Falcó tendrá más influencia en el resultado final que se mostrará al público.

Cosmopolitan TV estrena su versión con Tamara Falcó este septiembre

Pero ¿por qué unos famosos y no otros? ¿Qué convierte a un famoso en carne de personality? ¿Qué ejemplo se desprende de sus actuaciones? Tanto MTV como Cosmopolitan niegan que se busquen a personajes polémicos o con bajo nivel intelectual para que la audiencia se mofe de ellos o para que aparezcan en programas de zapping. “Más que polémicos, atractivos. No buscamos gente que provoque carcajadas, sino empatía”, responde Abril. “Lo de los programas de zapping no lo teníamos previsto, pero nos encantó. Este formato está pensado para que la gente se divierta”, remacha. Desde Cosmopolitan responden de manera parecida. “Lo que buscamos con We love Tamara es acercarnos desde un punto de vista distinto al mundo de las celebridades”, explica Mayne. “Nuestra misión no es informar ni emitir juicios de valor, solo entretener. Este tipo de consideraciones no las tenemos en cuenta”.

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