Echenique, bajo fuego amigo
El presidente de RTVE es cuestionado por determinados sectores de PP Los nuevos editores de los telediarios controlarán de cerca los contenidos
Con las audiencias bajo mínimos, el liderazgo de los informativos perdido, el convenio colectivo sin cerrar y el presupuesto menguando, la televisión pública se enfrenta a una situación complicada. Además, sus gestores se topan con otra piedra en el camino: el descontento del PP. De ahí la pequeña revolución vivida esta semana en Torrespaña, la sede de los Servicios Informativos. El jefe del área, Julio Somoano, ha destituido a los editores de los principales telediarios para situar a profesionales de su absoluta confianza y tratar así de “contener las críticas que llegan desde el PP”, dice un alto cargo la cadena.
A estas críticas no escapa el presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique. Este abogado del Estado, con escasa experiencia en medios audiovisuales, llegó hace apenas un año a Prado del Rey con el aval de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Los sectores del PP más cercanos a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, no ocultan su irritación con la marcha de la cadena, y especialmente de sus informativos. “Echenique teme menos a los partidos de la oposición que al fuego amigo”, afirman fuentes próximas al presidente de RTVE.
La oleada de cambios en los telediarios que se avecina viene a ser una manera de contener las embestidas que, en privado, realizan dirigentes del PP. “Son fruto del ultimátum que le han dado a Echenique y a Somoano”, sostienen. La cadena asegura, por su lado, que los nombramientos buscan “reforzar el liderazgo de los informativos y suponen una apuesta decidida por el talento de RTVE”. Aunque desde la oposición los ven de otra manera. “Son cambios para manipular y suponen el regreso a la etapa de Alfredo Urdaci” (responsable de informativos con el PP en la etapa de Aznar). A los sindicatos también les ha sorprendido “el bandazo”. CC OO asegura que han colocado “a profesionales de distinto perfil: unos desempeñaron puestos clave en la etapa del manipulador Urdaci, otros proceden de proyectos fracasados en RNE, y alguno simplemente ha tenido ascensos meteóricos en los últimos tiempos”.
En esta apuesta por “el talento”, Somoano ha destituido a los editores que nombró hace un año. Con uno de los afectados, José Luis Regalado (TD-2), ha mantenido algún que otro rifirrafe. Como, por ejemplo, el que se produjo por la no emisión en TVE de un abucheo de los estudiantes al ministro de Educación, José Ignacio Wert. Este episodio provocó la intervención del Consejo de Informativos, según el cual Regalado propuso comprar aquellas imágenes —se habían difundido en todas las cadenas menos en la pública y costaban alrededor de 350 euros—, pero el jefe de Informativos se opuso alegando limitaciones presupuestarias.
Los recortes explican, solo en parte, la caída de la audiencia de los telediarios. En su periplo por diversos cursos de verano, Somoano ha expuesto que los problemas de financiación impiden abordar proyectos ambiciosos, motivo por el que la audiencia se resiente. “No tenemos el presupuesto de la BBC”, ha lamentado. Para intentar recuperar la hegemonía, el telediario estelar estará conducido la próxima temporada por Ana Blanco, hasta ahora en la edición de las 15.00. El TD-2 es el que más desgaste ha sufrido. Por eso, TVE ha decidido concentrar a las 21.00 “los rostros más conocidos y de mayor experiencia profesional”. Blanco, que atesora más de dos décadas ante las cámaras, estará acompañada por Marcos López y Jesús Álvarez. TVE observa que la caída de la audiencia está relacionada con el efecto arrastre y el mal funcionamiento de la tarde. El pasado martes, por ejemplo, Corazón, que precede al TD-2, registró una cuota de pantalla del 5,4%, mientras que el noticiero logró una media del 12,4%. El mismo día, Telecinco obtuvo un 17,9% con Pasapalabra y su informativo cerró con un 17%.
Al margen de la audiencia, el PP quiere influencia. “No se puede decir que los informativos hayan hecho grandes manipulaciones. Eran sesgados hacia el partido en el Gobierno, pero no de una manera escandalosa”, afirma un periodista de TVE. “Otra cosa”, matiza, “es RNE”. “Con los nuevos editores, tememos que la televisión se convierta en un clon de la radio. Los telediarios serán más afines al PP”.
Los cambios tienden a contentar al ala más crítica de los populares
La clave de los contenidos está, precisamente, en los editores. Son los que deciden las escaletas; no en los presentadores, cuya misión es la de simples locutores. Somoano optó ya hace un año por separar ambas figuras, ya que, antes de su llegada, algunos conductores eran también editores (Ana Pastor en Los desayunos; Pepa Bueno en el TD-2, y Xabier Fortes en La noche en 24 horas).
Para cuadrar el organigrama, la cadena asegura que recurre a “los profesionales de la casa”. Sin embargo, la futura directora de los informativos de RTVE.es será Josefa Paredes, llegada de fuera. El organismo que representa a los profesionales considera este fichaje “totalmente injustificado en un momento de recortes”.
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