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La edad de oro del subtitulado

La Ley Audiovisual obliga a que el 90% de la programación de las televisiones públicas y el 75% de las privadas se ajuste a esta modalidad

Elisa Silió
La serie 'Planeta Sheen', se emite subtitulada en Clan.
La serie 'Planeta Sheen', se emite subtitulada en Clan.

Con años de retraso respecto a países como Reino Unido, donde la BBC subtitula el 100% de sus contenidos, la Ley General Audiovisual de 2010 obliga este año a que el 90% de las emisiones de televisiones públicas y el 75% de las cadenas privadas se ajuste a esta modalidad para asegurar el acceso de los discapacitados. El subtitulado es una tarea compleja y las cadenas, que empezaron subtitulando un 25% de sus programas, han tenido tres años para adaptarse. La norma fuerza además a que se emitan 10 horas semanales con lenguaje de signos en la pública y dos en la privada. A esto se le suma un mayor interés por la versión original, un respiro laboral para traductores reciclados en subtituladores.

“En La 1 se subtitula la inmensa mayoría de la programación. Se dejan los espacios musicales que se emiten de madrugada, en el que ejecutan piezas sin interrupción y sin narrador”, se enorgullece Francisco Armero, director de Emisión y Continuidad de TVE. “En La 2, un poco menos”. Algunos expertos plantean que el canal de audio de la TDT se reciba por defecto en versión original y no en modo doblaje como ocurre ahora. La cadena Clan, de TVE, subtitula casi todo lo emitido. “Nos esforzamos por facilitar a los padres el acceso a los contenidos en inglés. Ahora trabajamos con el British Council para favorecer iniciativas que acerquen al idioma”, cuenta Yago Fandiño, responsable de contenidos infantiles de TVE.

El 82% de los adolescentes suecos, según un Eurobarómetro, se maneja con independencia en inglés, frente al 26% de los españoles. Y eso que el nacional empezó a estudiarlo en la escuela tres años antes, recibe 50 minutos más de clase a la semana, hace el doble de deberes y un 40% refuerza su aprendizaje como extraescolar frente a solo un 11% de los nórdicos. ¿Dónde está entonces el truco? El Estudio Europeo de la Competencia Lingüística no deja dudas: los suecos desarrollan más la capacidad auditiva porque están expuestos al inglés desde edad temprana. Ven la tele y escuchan música en inglés y se familiarizan con el idioma por conversaciones en su entorno. En España, conscientes de la importancia de dominar la lengua franca, cada vez más padres optan por acostumbrar a sus hijos a ver los dibujos animados en versión original subtitulada. Es más, hay una corriente de pedagogos —incluso una campaña en Australia— que recomienda que los niños vean la tele en su idioma con subtítulos para mejorar su ortografía.

“No hace falta irse a Escandinavia. Solo hay que comparar el nivel de inglés con Portugal”, opina la británica Diana Sánchez, directora general de Red Bee Media, una multinacional que en España subtitula para los aficionados a escuchar al actor verdadero (traducción del idioma original al castellano) o para sordos (versión con explicación de los efectos sonoros y acortada del castellano, porque al espectador pueden quedarle restos de audición). “No es nada fácil. En un minuto se pueden decir 300 palabras y leer no más de 180. Menos aún si es para niños que leen más despacio”, continúa Sánchez. Entre sus clientes está Canal +, que subtitula en inglés las series anglófonas porque los adultos lo aprovechan para mejorar su comprensión oral.

“Nosotros reivindicamos la inclusión de la lengua de signos española y catalana además del subtitulado. Tenemos legislación, pero aún queda mucho por hacer”, sostiene María Jesús Serna, del consejo de la CNSE, una fundación nacida de la voluntad de la Confederación Estatal de Personas Sordas. “Canal Sur 2, con su programación enteramente en lengua de signos, es un buen ejemplo”, se felicita. “Sin duda se han dado pasos, pero nos gustaría también que se subtitulase la publicidad”, añade Pilar Villarino, directora ejecutiva del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad.

El potencial del subtitulado es enorme y tiene en los inmigrantes un gran nicho. Con fines mercantiles, como la todopoderosa cadena estadounidense CBS, que en 1998 comenzó a subtitular para atraer al mercado hispano; o integradores, como TV-3 que decidió en 2007 poblar de subtítulos en árabe y castellano El cor de la ciutat, su interminable telenovela que resistió siete años en antena.

Al principio se trabajaba solo en programas ya grabados. Se tardan nueve horas en subtitular una.

Pero poco a poco se van emitiendo más acontecimientos en directo subtitulados. Se utiliza el sistema de linotipia —como en el Congreso— lo que requiere de profesionales muy preparados o el más moderno “rehablado”. Una persona cuya voz reconoce la máquina vuelve a leer lo dicho marcando los signos de puntuación.

La Red está plagada de lo que conoce como crowdsourcing, películas y series bajadas de Internet y subtituladas por sus fans. Le ha salido competencia a los verdaderos traductores quienes gracias a la Ley de lo Audiovisual encuentran en la tele las opciones de trabajo que se les cierra en el cine por falta de estrenos —además la exhibición en VOS ha bajado del 4% al 1,2% en una década— , eso sí con los precios por los suelos.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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