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OPINIÓN
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Cambiar qué?

Carlos Boyero
Mariano Rajoy, en la sede del PP.
Mariano Rajoy, en la sede del PP.ULY MARTÍN

Afirma el samaritano Rajoy que no vino a la política para ganar dinero sino para perderlo. No le interesa el vil metal, ya que lo hubiera obtenido ejerciendo como registrador de la propiedad. Se dedica a la política con la única intención de cambiar las cosas. Si él lo dice, nadie está legitimado para negar su desinteresado amor a la cosa pública. Pero sí tenemos derecho aquellos a los que nos gobierna a preguntar en qué consiste su cambio de las cosas. Incluso podrían utilizar ese interrogante todos los españoles que le votaron desplegando entusiasmo y lucidez para encomendarle su sagrada e irrenunciable tarea. También sospecho que los seis millones de parados y los que se añadan a tan desoladora lista (de acuerdo, hasta el momento se las ingenian para que su estómago no grite, ya que si no fuera así, la lógica impondría que las calles estuvieran ardiendo) agradecerían infinitamente a Rajoy que hubiera dedicado su inteligencia, su sabiduría, su capacidad de trabajo y su vocación a la productiva tarea de registrar propiedades en vez de arreglar España.

Igualmente, la señora Cospedal debería aclarar en qué consiste el significado real de esa certidumbre con aroma surrealista, utópico o simplemente cínico de “justo cuando empezamos a remontar aparecen esas informaciones”. ¿En qué consiste la remontada, quién se está beneficiando de ella, cómo se bebe y se come esa presunta resurrección? Es lo más grotesco y desvergonzado que he oído en estos tiempo especialmente nauseabundos, junto a unas declaraciones de Isabel Preysler en Callejeros en las que afirma con absoluta seriedad que ella también está sufriendo la crisis.

Menos mal que nos queda Jordi Évole, esa imprescindible mosca cojonera que siempre pregunta lo que tanta afligida, rabiosa y escandalizada gente tenemos en la punta de la lengua. En el muy gracioso spot sobre el anhelado retorno de Salvados le pregunta a Iniesta: “Esta temporada me gustaría tener en el programa alguien que nos dé buenas noticias, que caiga bien a todo el mundo, que cuando le ves te da una alegría, que no cabree al hacer declaraciones. ¿A ti se te ocurre alguien?”. Iniesta contesta con expresión de Buster Keaton: “Ahora no caigo”.

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