¡Han matado al doctor Vilches!

"Vilches siempre sale de todas", repiten uno a uno, como un mantra, los médicos y sanitarios del Hospital Central. Sí, pero... dudan. El hosco doctor de Urgencias del centro sanitario de ficción que ha acompañado a los espectadores de Telecinco desde el año 2000 está encerrado en un despacho con una policía (la siempre genial Blanca Portillo) que le apunta a la cabeza con su pistola de reglamento. Hospital Central: Las huellas del camino se despidió con un 12,8% de share, 2.276.000 espectadores.

El último de los más de 300 capítulos de la serie de ficción semanal más longeva de la televisión española se ha emitido en la noche de este jueves, precisamente el día en que la Comunidad de Madrid ha aprobado la contestadísima privatización de seis hospitales, un gesto inédito en la historia de la sanidad española. El traspaso a manos privadas del Hospital Central es el eje de la trama de los últimos tiempos de la serie. Y la coincidencia no ha sido eludida en los comentarios de los usuarios de Twitter.

El último capítulo se inició con una peculiar declaración de amor, precisamente la del icónico Vilches (Jordi Rebellón) a Manuela, la directora del centro. "He decidido que te vienes a vivir conmigo y no acepto un no por respuesta". Ese sentimiento cruza toda la trama entre personajes que confluyen en encrucijadas. Alicia decide ir al encuentro de Héctor, el amor de su vida, para escaparse con él; Valeria se pregunta si debe marcharse a Boston siguiendo a su exprofesor; Gimeno llora por su novia, que se va a China. El Central apenas tiene trabajo, hasta que llega un accidente múltiple. Pero inmediatamente Alba (Blanca Portillo) irrumpe para descargar su venganza a tiros. La actriz del año (Premio Nacional de Teatro 2012) borda su interpretación como una policía con problemas psiquiátricos desatados por la muerte de su marido en el quirófano del Central. Mata a cuatro sanitarios. Hiere a Gimeno y otro médico. Busca a Manuela, pero Vilches, como no (y si no, no sería Vilches), se ofrece para ser su rehén.

A partir de ese momento, el ritmo se acelera, se zanjan las encrucijadas, se toman decisiones. Gimeno se casará, Guille se topa con una confesión de Valeria y Alicia se encuentra con Héctor después de que un accidente de tráfico amenazara sus planes.

Por fin Alba y Vilches salen del despacho. Parece que ella flaquea. Pero las luces de los fusiles de dos policías ocultos le señalan el pecho. Dispara. El humilde trasunto español de House muere. Vilches, probablemente, no podría haberse ido a otro hospital, cambiado de ciudad o fallecer de una de las enfermedades que él atajaba en Urgencias.

"Me voy con pena"

“Me voy con pena, porque es una familia, son muchos años juntos, pero con la conciencia tranquila y orgulloso”, contaba Jordi Rebellón, que ha dado vida al doctor más famoso a este lado del Atlántico, solo rivalizado por el despiadado House, en una entrevista a este periódico.Dado que ya hubo un amago previo de poner punto final a la ficción, el capítulo final que se emitió ayer, grabado hace meses, contaba con otro de sustitución, por si al final se decidía dejar la puerta abierta a una continuación. No ha sido así. "La serie ha terminado por muerte natural", señaló Cristina Castilla, directora de ficción de Videomedia, la productora.

Aunque Rebellón abandonó temporalmente la producción entre las temporadas 14 y 18, el actor es uno de los dos nombres que perviven desde la primera temporada, junto a Antonio Zabálburu. Algo que ha acabado por encasillar al intérprete, aunque no le preocupa. “Si le preguntas a cualquier actor si querría este papel, te diría que sí, porque hacerlo significa trabajar, y estando como están los tiempos, merece la pena”.

Tanto tiempo y tanta emergencia médica, asesorada por el jefe de Urgencias del Hospital Clínico de Madrid, que acabó convertido en guionista, han desembocado en el uso de más de 3.000 litros de líquido para simular la sangre, más de 700 caracterizaciones de heridas, quemaduras o enfermedades, o 75 mujeres que han dado a luz, además de varios viajes a destinos como India, Guatemala, Perú y Camboya, donde han aprovechado para lanzar una denuncia sobre las condiciones en las que viven muchas personas en aquellos países. También ha habido premios, como el Ondas a la Mejor Serie de Televisión (2005), o el TP de Oro a la Mejor Serie Nacional (2006), y una audiencia media de más de cuatro millones de espectadores en las 19 temporadas ya emitidas.

“Esta serie forma parte de la historia de la televisión, y ha sido una marca de la cadena”, concluía Rebellón, que se tomará este año sabático para después volver al teatro. “Todas las cadenas han querido tener una serie de médicos, pero esta ha calado porque, además de estar bien hecha, bien dirigida y escrita, toca sentimientos”.

Con Vilches y sus compañeros se van 20 temporadas, 300 capítulos, 61 actores fijos y 900 episódicos. Además de 4.500 intérpretes, entre ellos Concha Velasco, José Luis López Vázquez, Manuel Alexandre o Ana Belén. Las cifras son grandes como su duración. En su haber se lleva el hacer vivir en pantalla su nexo con la actualidad, la violencia de género, el amor entre mujeres, o la cooperación sanitaria con otros países. Nos vemos, Vilches.