Tricicle le saca la lengua a Internet

¿Qué turista no ha hecho con su móvil fotos absurdas a soldados en un cambio de guardia? (da igual el palacio y la ciudad). Todos. Internet, las redes sociales y los gadgets propician en ocasiones situaciones absurdas, ridículas y, por lo tanto, risibles. Esa clase de "momentos cotidianos" forman Bits, el último espectáculo de Tricicle, trío catalán de teatro gestual sinónimo de risas, salas llenas y éxitos desde hace ¡32 años! Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans presentaron ayer miércoles en Madrid un show que comenzó su gira en Alicante el pasado mayo —ya han estado en Pamplona, San Sebastián y Bilbao— y con el que estarán de ciudad en ciudad cuatro años, la media de sus siete montajes anteriores.

De charla en su camerino en el teatro Compac Gran Vía horas antes de la première en la capital, ninguno de los integrantes del grupo se declara seguidor de las redes sociales. Gràcia tiene cuenta de Facebook pero entra "cinco minutos"; Sans no es "tuitero ni facebookero". Lo que sí han buscado es inspiración en YouTube, Google, Facebook, Twitter... para crear su material humorístico.

Bits no es una función sobre Internet y las redes sociales, "es un espectáculo digital en código de gags trinario". "Internet es el mejor continente que hemos encontrado para contar lo que queríamos", apunta Sans que, añade para los fans: "Esta vez hablamos más que en otras ocasiones".

Como ya anunciaron al principio de esta gira, Bits —compuesto por 15 sketchs— será "probablemente" la última vez que se verá junto al trío en el escenario. "Llevamos mucho tiempo haciendo un teatro que no es de estar sentados en un tresillo, sino que corremos, no paramos; somos realistas y solo seguiremos si podemos estar a tope", dice Sans.

Otra de las sorpresas de Bits es un pequeño homenaje a Les Luthiers, que también actúan estos días en Madrid y con los que hoy jueves han quedado para cenar. Tricicle ha hilado para la ocasión "varias historias" vinculadas al quinteto argentino.

Mir recordó en la rueda de prensa los primeros pasos de Tricicle. "Entonces solo teníamos ocho efectos de sonido, hoy se pueden utilizar hasta 600". Lo que sigue inalterable es su forma de trabajar, meses de encierro y los tres proponiendo ideas. Al final, los gags pertenecen al conjunto. "Somos tres ingredientes que combinan bien", precisa Mir. Además, procuran reinventarse cada vez que se suben a las tablas: "Ninguno de nuestros espectáculos se parece al anterior, buscamos nuevos formatos [esta vez se ayudarán de 18 pantallas de alta definición]. Tampoco cambia nuestro humor, surrealista y nunca agrio".

Tantos años de éxito y juntos ¿se han vuelto algo maniáticos? Dicen que poco. En su camerino hay un cerro de medicamentos por lo que pueda pasar; piñones y chocolate para picar, una tele para ver partidos de fútbol y una figura de un san Pancracio, santo al que se encomiendan los fieles que piden prosperidad económica. Gràcia mira la pequeña estatua y explica: "Nos lo regaló una amiga hace tiempo y desde que está ahí siempre nos ha ido bien".