El riojano Carlos Rosales reflexiona sobre el temor que inunda los artistas durante el proceso de creación, en la muestra ‘Agorafobia’, en la Sala Amós Salvador de Logroño y, a la vez, con una obra invitada en el Museo Würth La Rioja, hasta el 14 de octubre.
Placa de Petri con pintura, que forma parte de la obra 'Caldo de cultuvo'.A través de la instalación, la fotografía y el vídeo, Carlos Rosales propone, en la obra 'Vasos comunicantes', la conexión y puesta en común del individuo que pasa a ser comunidad. "He fotografiado a 100 estudiantes de arte, busqué el máximo contraste entre el blanco y el negro y lo dupliqué". Las caras quedan enfrentadas dejando en el medio una especie de vasija, que representa el contenedor que acumula experiencias, recuerdos, amor... que cada uno de nosotros acumulamos. Después, en un vídeo que fluye en vertical, se unen todos los vasos entre ellos, comunicándose y poniendo en común la realidad y los conocimientos de cada uno para formar una sociedad. El sonido del vídeo es un goteo, cada vez que cae una de las imágenes suena, como una gota de agua, un ruido eterno, secular.Los pensamientos provienen de una especie silvestre, la Viola tricolor, que los floricultores utilizan como punto de partida para después hibridarlas. Esta obra se compone de 100 pensamientos, dibujados a lápiz, "que es como una especie de mantra, de ejercicio, porque he ido dibujando uno tras otro hasta descubrir cuál es ese origen de todos".Coincidiendo con su exposición 'Agorafobia' en la Sala Amós Salvador, Rosales inaugura el proyecto 'La obra invitada', mostrando en el Museo Würth La Rioja la pieza 'Desastre en gris Payne' (acrílico aerografiado sobre madera, 2012) y vinculando así los dos espacios expositivos.El artista observa la obra 'Libros ensimismados'. "Los libros están tratados como si fueran sabiduría, como unas cápsulas que contienen todo lo que hemos sido a lo largo de nuestra historia", explica Rosales. En esta instalación los libros flotan en la pared, y sobre ellos se sostienen figuras de personas. Y es que, como dice el autor, "los libros se pueden sostener por sí mismos porque tienen toda esa sabiduría dentro".JPEG EstudioUna visitante observa, en la sala Amós Salvador de Logroño, los dibujos de las flores elaboradas por Carlos Rosales que forman parte de la obra '100 pensamientos necesarios'. Al fondo, 'Viola tricolor', un acrílico de 200x200 centímetros, que forma parte de la misma obra.JPEG EstudioVista panorámica de los 100 dibujos que conforman la obra '100 pensamientos necesarios'.JPEG EstudioPerspectiva de una de las estanterías donde están colocados los vasos, que contienen agua y el perfil enfrentado, en blanco y negro, de los estudiantes de arte.JPEG EstudioVista panorámica de la sala Amós Salvador, en La Rioja, donde se expone la obra 'Agorafobia, del artista multidisciplinar Carlos Rosales.JPEG EstudioEsta obra es la representación del viento, que en la naturaleza es, para el artista, "el hálito que dala vida". En seis tornados pintados con aerógrafo, el artista utiliza la naturaleza como modelo para luego pintar, con los mismos elementos que emplea la naturaleza (en este caso el aerógrafo), el viento. "Así dibujo de nuevo el paisaje, pero con acento de creador esquizofrénico, que es rasgo que también va implícito en la naturaleza", explica Rosales.JPEG Estudio
