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FERIA DE SAN FERMÍN 2012
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El toro que sueñan los toreros

Del Río / El Fundi, El Juli y Castella Al Fundi le concedieron una oreja que haría bien en devolver La corrida estuvo por encima de la terna de figuras

Foto: sogecable | Vídeo: LUIS AZANZA / CANAL +
Antonio Lorca

El Fundi entró en la feria en sustitución del lesionado Juan Mora y se llevó a su casa una paliza tremenda que no olvidará en una temporada. Ocurrió a la hora de matar al cuarto, que le tapó la salida en el primer pinchazo y le avisó de sus feas intenciones; fue en el segundo envite cuando lo esperó, levantó la cara y lo enganchó por el pecho haciéndole perder el equilibrio; lo empaló por una pierna, lo estrelló con fuerza contra la arena, y se dispuso el animal a destrozarlo en el suelo. Se tapó el torero la cabeza con las manos y solo un milagro lo salvó de una cornada que estaba cantada entre un amasijo de pitones que le rozaban como guadañas. Se levantó El Fundi con el cuerpo magullado, la cara ensangrentada por el contacto con el animal, pero todo él sorprendentemente intacto después de una pelea tan desigual, tan dura y tan brutal. ¡Vaya susto de despedida de Pamplona!

Pero hubo algo más, menos dramático, felizmente, pero grave también.

El primero de la tarde, Cóndor de nombre y 580 kilos de piso, era uno de esos toros que sueñan los toreros cuando imaginan en su soledad de tantos días un triunfo espectacular que los catapulte al estrellato: justo de trapío, manso en el caballo, con las fuerzas muy justas, que se vino arriba en el tercio final y su comportamiento fue de toro encastado, codicioso, noble, repetidor y bonancible. Embistió hasta la extenuación, humillada la cara y persiguiendo con suave acometividad la muleta. El animal no hablaba, pero clamaba por un torero artista y un toreo de estética sublime, desgarrado y arrebatador que explota en conmoción y entusiasmo.

El Fundi hizo una faena larga por ambas manos, y lo dio todo, pero no dijo nada. Lo lidió como si estuviera en un tentadero, despegado siempre, vaciando la embestida hacia fuera, sin cruzarse nunca… Estaba claro que no era su toro, ni él el torero que necesitaba ese toro. Dio muchos pases, pero todo supo a poco. Correcto y aseado, sí, pero muy por debajo de las condiciones de su oponente, un animal que exigía unas muñecas rotas que exprimieran su exquisita calidad. Le concedieron al torero una oreja sanferminera y se le hubiera agradecido que la devolviera. Seguro que cuando abrieron en canal a Cóndor descubrieron los matarifes que en su interior guardaba el misterio de la casta. ¡Y que hoy se esté sirviendo un plato de casta en estofado...! ¡Qué injusta es la vida…!

Tampoco estuvo a la altura del cuarto, con menos clase, pero igualmente repetidor y noble. Está El Fundi acostumbrado al toro correoso y duro, y su aparente poderío no destaca con el que pide un toreo ceñido, templado y sin prisas. Un pegapases no es el mejor compañero de un toro de encastada nobleza.

Ciertamente, la corrida, desigual de presentación, estuvo por encima de la terna de figuras; a excepción del deslucido segundo, todos los toros vendieron cara su vida y persiguieron con casta los engaños. El Juli no se complicó la vida con su primero, el más incómodo, y evidenció que no era de su gusto. Mucho tardó después en cogerle el aire al quinto, al que solo dominó cuando, al final, cansado de embestir, el animal acortó su recorrido. No fue El Juli el torero poderoso de otras tardes. O está mal acostumbrado. Y tampoco lució Castella. La verdad es que no es fácil emocionar cuando se insiste en torear hacia fuera y con todas las ventajas posibles. Fracasó ante el tercero, al que siempre citó al hilo del pitón, y se justificó en el último porque derrotaba al final del muletazo.

Canal + retransmite la Feria de San Fermín en el dial 67.

DEL RÍO / EL FUNDI, EL JULI, CASTELLA

Toros de Victoriano del Río, desiguales de presentación, mansos, a excepción del cuarto, blandos, encastados y muy nobles. Excelente el primero.

El Fundi: estocada (oreja); pinchazo, _aviso_ pinchazo y casi entera (ovación):

El Juli: estocada trasera y caída, un descabello y el toro se echa (silencio); pinchazo y estocada baja (oreja).

Sebastián Castella: estocada corta tendida (ovación); dos pinchazos _aviso_ metisaca en los bajos, pinchazo y media (silencio).

Plaza de Pamplona. 12 de julio. Sexta corrida de feria. Lleno.

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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