La ley del más rápido

El lejano Oeste fue durante un tiempo el campo de sueños del séptimo arte estadounidense para convertirse luego -el tiempo no perdona a nadie- en una especie de yoyó que va y viene. Lo dicho vale tanto para el cine como para la televisión, y aquí entran de Silverado a Sin perdón, pasando por la más reciente Valor de ley -en el ámbito cinematográfico- o Deadwood y Broken trail (de la que hablaremos más adelante) en el universo catódico.

Sin embargo parece que ahora el regreso del género como puntal (al menos en lo que se refiere a la tele) es algo confirmado. El final de la mencionada Deadwood, algo de lo que HBO se ha arrepentido privada y públicamente en varias ocasiones, marcó el punto fatídico en el western televisivo: nadie se atrevía a dar luz verde a series similares porque los gastos eran prohibitivos y los resultados inciertos. Así, durante un tiempo hemos estado huérfanos de Oeste en la pequeña pantalla.

AMC pretende acabar con la espera a través de su último show, Hell on wheels, una serie que se centra en la construcción del legendario Union Pacific, el tren que iba a cambiar la faz del lejano Oeste allí por 1860. Aunque muchos creen que esta es la primera incursión de la cadena que alumbró Mad Men o Breaking Bad en el mundo del western lo cierto es que ya con Broken trail demostraron que saben como adentrarse en el mundo de los revólveres, las tabernas y las bolas de heno. Broken trail estaba dirigida por Walter Hill (mítico realizador de clásicos del género como Forajidos de leyenda y –curiosamente- director del piloto de Deadwood para HBO) y protagonizada por Thomas Haden Church y Robert Duvall que sigue siendo el mayor éxito de audiencia de la historia de la cadena. Una miniserie que llegó a nuestro país con el nombre de Los protectores y que parece haber sido olvidada a pesar de ser excelente, deudora de todos los que han amado el Oeste a través de una cámara y capaz de traspasar las fronteras del género para llegar a todo el mundo.

Así pues AMC ya ha pisado el terreno y los avances de Hell on wheels prometen algo bueno (lo que no ha impedido que el piloto haya recibido críticas mixtas y que alguno se pregunte qué pasaría si la serie no funcionara sabiendo como están las cosas de calientes en la cadena), quizás un adelanto de lo que está por llegar.

Veamos: Peter Berg y el equipo de Friday Night Lights preparan un western catódico (aún sin título) para Universal TV sobre las andanzas de una vaquera; David Zabel ha vendido otro proyecto llamado Gunslinger a la ABC que también ofrece un punto de vista femenino sobre el género; la propia ABC ha comprado Hangtown, que –ojo- viene firmada por Ron Moore (el creador de Battlestar Galactica) y en la que parece que volarán muchas balas; TNT ha encargado a Bruce McKenna (The Pacific) la producción del piloto de Gateway, una serie enclavada en 1880; Nicholas Pileggi (el guionista de Uno de los nuestros) y CBS se han puesto de acuerdo para dar el “sí” a Ralph Lamb, una historia real sobre un pistolero convertido en sheriff. Por último, Shaun Cassidy ha convencido a NBC para que se ponga las pilas y le compré su última criatura: la cosa se llamaría La frontera.

Los amantes del lejano Oeste –de confirmarse todo lo previsto- ya pueden empezar a frotarse las manos. De momento esperaremos el aterrizaje de Hell on Wheels (noviembre en Estados Unidos) para ver cómo respira el género.