9 fotosTendencias en ParísTendencias en París 09 mar 2011 - 10:21CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceLa abundancia de estampados de tapicería y de madera, suscita interrogantes. ¿Querrán los diseñadores que las mujeres se conviertan en muebles? No está claro que esta sea una premisa que vaya a cuajar en la calle. En todo caso, Phoebe Philo (en Céline), Antonio Marras (en Kenzo) o Stuart Vevers (en Loewe) ofrecen la cara más terrenal, densa y adulta de la estampación. Lo que, en sí mismo, constituye una declaración de principios hacia una moda más madura, menos frívola y colorista.E. DE LA TORRIENTE | Foto: L'ESTROPLos monos de trabajo se escapan del horario laboral. Tampoco es que ninguno de los que se ven sobre la pasarela esté realmente hecho para trabajar. Pero en otoño/invierno 2011 su sentido y función se transforman más que nunca. Christophe Decarnin, en Balmain, los cubre de pequeños cristales o los entrega sobrios, lisos y negros. Karl Lagerfeld extrema con ellos el radical funcionalismo de su propuesta en Chanel. Habrá que ver como se toman las que recorren la alfombra roja esto de los monos bordados y transparentes. Jean Paul Gaultier incluye un ajustado modelo en su elogio a la burguesía envejecida y Stefano Pilati entrega uno de sus mejores momentos en Saint Laurent con un mono de escote corazón que parece dibujado sobre el cuerpo.Texto: EUGENIA DE LA TORRIENTE | Foto: L'ESTROPLa semana de la moda de París predice que las mujeres seguirán pidiendo préstamos a los armarios masculinos el próximo otoño. Sobre todo, en la forma de tejidos de cuadros, lana y príncipe de gales. Nueva York y Milán apostaron por las combinaciones de color, incluso, por las más estridentes. Pero París juega al gris de cabeza a los pies. Veremos quien se lleva la mano dentro de unos meses. Karl Lagerfeld apuesta fuerte en el lado de los tonos minerales con su apocalítica colección de Chanel. Sus versiones del tweed se vuelve toscas y áridas, rudas. Se tiñen siempre de negro y gris, con mínimas concesiones al granate (en las dos primeras imágenes). También Stefano Pilati confía en esa gama para la parte de día de su desfile de Yves Saint Laurent, que luego cede paso a un luminoso blanco disco. Nicolas Ghesquière en Balenciaga fue un firme impulsor de la idea la pasada temporada y para el otoño todavía investiga sus posibilidades.Texto: EUGENIA DE LA TORRIENTE | Foto: L'ESTROPLa tumultuosa situación de la industria de la moda invita a adentrarse en las profundidades del vino. Si no sus efluvios, sí sus colores empapan las más variopintas colecciones. Haider Ackermann los utiliza en dúctiles drapeados que parecen replicar la líquida cualidad del vino. Phoebe Philo, en cambio, los lleva en Céline al terreno de lo sólido y rígido con paneles de cuero que se mezclan con gasa o con estructurados abrigos. Más convencional es el acercamiento de Peter Copping en Nina Ricci o de Zac Posen. Se van de su densidad para dar cuerpo a vestidos ligeros.Texto: EUGENIA DE LA TORRIENTE | Foto: L'ESTROPYa fueron protagonistas del otoño-invierno 2010 y continuarán presentando batalla un año después. Después de todo, una larga capa fue la que inauguró el desfile más observado de la temporada. El de Dior sin John Galliano. Menos dramáticas (en todos los sentidos) son las versiones de Rick Owens, Giambattista Valli y Alber Elbaz para Lanvin. Corta o larga esta prenda de abrigo sin mangas exige atención.Texto: E. DE LA TORRIENTE | Foto: L'ESTROPLa moda, que es un poco urraca, tiene debilidad por todo lo que brilla. No es precisamente nuevo su gusto por el oro. Para el próximo otoño, sin embargo, se utiliza de forma ligeramente distinta. El carácter excesivo de este metal se compensa al utilizarse en formas muy sencillas. No es un dorado maximalista y ochentero el que se propone, sino uno más contenido y, en la medida de lo posible, austero. Una premisa en la que coinciden Stella McCartney, Christophe Decarnin en Balmain y Rei Kawakubo en Comme des Garçons.Texto: E. DE LA TORRIENTE | Foto: L'ESTROPLa sección más densa del azul gana adeptos. Desde el cerúleo hasta el medianoche, despierta adhesiones de lo más diverso. Dries Van Noten lo utiliza como un remanso de paz en una colección surcada por las mezclas explosivas de estampados. En cambio, Stella McCartney lo alterna con negro en serenas siluetas de escultóricos plisados. En el bando azul juegan también el jovencísimo Pedro Lourenço y un Nicolas Ghesquière en modo vagamente orientalista en Balenciaga.Texto: E. DE LA TORRIENTE | Foto: L'ESTROPChristophe Lemaire se encomienda al blanco para sus primeros y trascendentales pasos al frente de Hermès. Blanca es la primera de las cuatro secciones en las que divide su colección de debut como director creativo de la firma. "Primero los blancos: los blancos invernales. La pureza de la línea revela la precisión de la forma y la riqueza de las texturas", se lee en la notas de su desfile. En efecto, en una temporada propensa al minimalismo, el marfil y el blanco ofrecen un lienzo incomparablemente despejado. Stella McCartney lo utiliza para sus formas más relajadas y también en caprichosos topos en tres dimensiones. Haider Ackermann le da un aire majestuoso y, finalmente, Isabel Marant lo transporta a territorio apache de la mano de flecos.E. DE LA TORRIENTE | Foto: L'ESTROPParís es la última cita del calendario internacional de presentaciones para el próximo otoño y algunas ideas llevan ya medio mundo recorrido. La apuesta por el rojo no será la más original, pero sí una de las más sólidas. Se vio en Burberry, Derek Lam o Moschino. Es decir, en Londres, Nueva York y Milán. También, en abundancia, en la ceremonia de los Oscar, Y, según un estudio de la comunidad Chicismo, es un color en alza en la calle. Pero no es esa la encarnación que se ha visto en la capital francesa. Es la versión más monumental del rojo la que aparece en las colecciones de Hakaan y Giambattista Valli. Alber Elbaz se vale de varios grados de él para inyectar energía al tramo final de su desfile.E. DE LA TORRIENTE | Foto: L'ESTROP