Un joven 'punk' de la vieja escuela

El músico estadounidense Jimmy Lee Lindsey Jr, de 29 años, más conocido por su alias artístico, Jay Reatard, falleció mientras dormía por causas desconocidas en la noche del martes al miércoles. Reatard de 29 años, llevaba desde los 15 dedicado a la música. Al principio como cantante y guitarrista de media docena de bandas punk de Memphis, la ciudad en la que residía desde la infancia y, desde 2006, cuando editó Blood visions, -primer álbum que firmó con su nombre-, en solitario.

Fue aquel disco y una serie de explosivas actuaciones en las ediciones de 2007 y 2008 del festival South By Southwest de Austin, -una monumental feria anual que se ha convertido en semillero de futuras estrellas-, los que le señalaron como uno de los músicos jóvenes estadounidenses de mayor proyección-. Su mezcla de punk y melodía, heredera directa de bandas como Buzzcocks o The Adverts había hecho que su reputación creciera exponencialmente. Contaba con fans como Beck, Ryan Adams. Y su último álbum Watch me fall, de 2009, había duplicado las ventas de su trabajo anterior, según su sello, la independiente Matador.

Había llegado allí tras estar en el punto de mira de las multinacionales. Fue una de las opciones que manejó Rick Rubin, gurú de la producción y presidente de Sony para relanzar la compañía, aunque finalmente se decantó por The Gossip, una banda más manejable pero, en cierto sentido, cercana a Reatard. Universal también le ofreció un contrato, pero las negociaciones se rompieron cuando una vicepresidente de la compañía pidió que actuara en un show privado para ella como condición para aprobar su fichaje. "No voy a dejar que sea una abuela de 65 años que lleva la sección de música urban [denominación que agrupa el soul, R&B y hip-hop en Estados Unidos] la que decida si soy lo bastante bueno o lo que sea", declaró Reatard al New York Times, en una entrevista que se publicó el pasado agosto.

Precisamente era su carácter agresivo lo que más problemas le causó. Hijo de una familia de clase media, Reatard se independizó con 16 años y fue un adolescente conflictivo -"nihilista", se autodefinía él-, bebedor y siempre dispuesto a entrar en una pelea. Todavía se puede encontrar en YouTube.com un vídeo (con 14.000 visitas) de un concierto en Toronto en el que la emprende a puñetazos con un fan que invadió el escenario en abril de 2008. El pasado diciembre se peleó en Austin con otros dos miembros del público que intentaron agredirle en circunstancias parecidas. "Era muy punk de la vieja escuela. Un provocador, pero no especialmente conflictivo. Lo suyo era más palabrería que otra cosa", dice Abel Suárez del Festival Primavera Sound de Barcelona, donde actuó en 2007 y 2009. "Lo que le hacía especial es que en directo era un rollo muy punk, canciones de minuto y medio tocadas a toda velocidad, pero sus discos son muy pop. A mí me parece que era un gran compositor de canciones pop", explica Suárez. "Además era increíble cuánto publicó". Porque Reatard había editado, solo o con sus grupos, alrededor de 50 referencias, muchas de ellas artesanales discos sencillos.

En alguna ocasión había defendido que lo que él hacía tenía mucho más que ver con el trabajo manual que con el arte y en una entrevista se comparaba con un panadero. La prensa de su ciudad señala la sorpresa que ha causado la muerte del músico, que planeaba una gira europea para marzo con al menos dos paradas previstas en España, Madrid y Barcelona. El Memphis Comercial Appeal recuerda una frase de Reatard del pasado verano; "Todo lo que hago está motivado por el temor a quedarme sin tiempo".