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'Codo con codo' después de 27 años

Declan Donnellan y Nick Ormerod reciben el premio Corral de Comedias por su trayectoria con 'Cheek by jowl'

En 1981 Declan Donnellan y Nick Ormerod, que se habían conocido en la década de los 70 en la Universidad de Cambridge mientras ambos estudiaban derecho, decidieron fundar una compañía de teatro después de haber colaborado en varias producciones. Su objetivo era montar a los clásicos empleando los elementos más sencillos posibles y centrándose en el trabajo de los actores. Así, su compañía se encargó de estrenar, con gran éxito, en Inglaterra obras como El cid de Corneille y Andrómaca de Racine un siglo después de que triunfaran en París.

Así nació Cheek by Jowl (Codo con codo), una compañía que ya lleva 27 años de trabajo ininterrumpido, a lo largo de los cuales han montado 28 obras. Se ha dicho de ella "si una compañía ha influido en el teatro británico de la década de los 80 ha sido Cheek by jowl" (The Independent, 1990) y el dramaturgo británico David Edgar habla del teatro británico en una "era después de Cheek by Jowl". Y es que su estilo particular se ha mantenido a lo largo del tiempo creando un ambiente especial con escenas tan impactantes como el coro musical del Cimbelino, que se pudo ver el año pasado en Madrid.

Ya con el nombre escogieron al que sería su dramaturgo de cabecera, y es que lo sacaron de un verso del tercer acto de El sueño de una noche de verano y es un guiño a la intimidad entre los actores, el texto y el público. Shakespeare es, sin duda, el autor al que más veces han acudido, representando hasta 13 de sus piezas, y con quien han emprendido sus trabajos más ambiciosos, encabezados por el Troilo y Crésida que han traído este año a España junto con Noche de reyes, también del dramaturgo británico, y Andrómaca, de Racine.

Éxito rápido

Gracias a la calidad de sus trabajos su éxito fue rápido y sólo a los tres años de su fundación, en 1984, recibieron sus primeras invitaciones para ir al extranjero con sus piezas. Uno de los primeros festivales en fijarse en su trabajo fue el de Almagro, que se inauguraba el jueves, reconociendo su trayectoria, con el premio Corral de Comedias a Donnellan y Ormerod, que comenzaban así un intenso verano de trabajo en España.

El reconocimiento en Inglaterra también llegó pronto. En 1986 recibían un Laurence Olivier como compañía revelación después de su primera temporada en Londres, año en el que representaron La feria de las vanidades, Pericles y Andrómaca. El año siguiente sería Donnellan el que recogería el primer premio Olivier de los tres que tiene a mejor director por El Cid, Noche de epifanía y Macbeth. Este éxito permitió que la compañía creciera rápidamente a lo largo de la década de los 80, montando 18 obras en diez años, que representaron en los cinco continentes en más de 1500 funciones. Han recibido numerosos premios y no sólo en Inglaterra. También recibieron, por ejemplo, el premio de la crítica de Barcelona por Medida por medida (1994) o de París por As you like it.

El trabajo del actor siempre ha sido la base de las obras de Donnellan, caballero de las letras francesas desde 2004, a pesar de que nunca recibió clases de interpretación. Para él, dirigir no es sino supervisar la calidad de la interpretación en un montaje. "La escena es algo que ocurre en el espacio que hay entre los actores", defiende. El director sólo sería necesario como "tercer ojo" para ver la acción desde fuera y comprobar que todo está en su sitio.

Shakespeare, el ballet y Rusia

Los grandes clásicos siempre han sido su inspiración para la compañía, sin embargo, no se ha quedado ahí. Su trabajo va desde el ballet, cuando en 2003 representaron con el Bolshoi de Moscú el Romeo y Julieta de Prokofiev, y los textos más contemporáneos, como el Homebody/Kabul de Tony Kushner que representaron en Nueva York y Barcelona en 2002. Donnellan también ha sacado tiempo para los españoles. Confiesa su admiración por Calderón, Tirso o Lope, del que llevó Fuenteovejuna a la Expo'92. Una experiencia que el director británico recuerda como un sueño hecho realidad, aunque el trabajo no fue con Cheek by Jowl sino con el National Theatre de Londres.

Este año su compañía vuelve a España con tres montajes en tres idiomas diferentes, y es que uno de los objetivos de Donnellan es montar a los clásicos de cada país aunque su principal demanda sea Shakespeare. Así, después de El Cid de Corneille, ha decidido volver a representar el Andrómaca de Racine, en colaboración con el Théâtre du Nord de Lille, que se representará en francés, una de las pieza más emblemáticas del dramaturgo galo. Y como no podía ser de otra forma también vuelven con Shakespeare, por partida doble, Troilo y Crésida y Noche de reyes.

Esta última obra tiene la particularidad de que se representará en ruso. Y es que Donnellan y Ormerod tienen una intensa relación con Rusia desde que Lev Dodin les invitara en 1986. Para Donnellan "en Inglaterra eres como un pequeño pez en una gran pecera. Las grandes peceras son el cine y la televisión. Eso no pasa en Rusia. Allí los actores tienen suficiente poder de decisión como para cerrar sus agendas de televisión y cine alrededor de su trabajo en el teatro. Son capaces de dejar el rodaje durante dos o tres semanas para aparecer sobre el escenario". Desde entonces han colaborado varias veces con el teatro nacional del país y en 1999, invitados por el Teatro Nacional Ruso, montaron una compañía propia en Moscú que incluye en su repertorio obras como Boris Godunov de Pushkin o Noche de reyes de Shakespeare que llega a España este año con reparto compuesto sólo por hombres, como mandaba la tradición isabelina imperante en tiempos del Bardo.

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