La gran voz de los latinos, Jorge Ramos, Premio Ortega y Gasset 2025 a la trayectoria profesional
Tras casi cuatro décadas al frente del Noticiero Univisión, el presentador y reportero hispano contemporáneo más influyente en América se despidió de la cadena a finales del año pasado


El 13 de diciembre del año pasado marcó el fin de una era para los hogares hispanos de Estados Unidos. Fue la última vez que Jorge Ramos presentó el noticiero de Univisión después de 38 años de no faltar casi nunca a la cita diaria. Fueron unas 8.000 transmisiones que lo convirtieron en la voz de los latinos en Estados Unidos y en el presentador y reportero hispano contemporáneo más influyente de las últimas décadas. Ese recorrido inigualable ha sido galardonado este lunes con el Premio Ortega y Gasset a la trayectoria profesional.
El periodista mexicano ha reconocido que recibir este reconocimiento le ha hecho sentirse “abrazado por gente que hace periodismo independiente”, ya que el galardón tiene “el prestigio de que te lo dan tus propios compañeros”. “Este es un momento muy importante para el periodismo independiente. Los periodistas y el periodismo están bajo ataque en todo el mundo. Nuestra credibilidad está siendo cuestionada. Y cuando la democracia está en juego, como lo estamos viviendo en Estados Unidos y en muchos otros países, una de las grandes soluciones es un buen periodismo”, ha dicho a EL PAÍS en una llamada telefónica desde las montañas de Aspen, Colorado, donde está de viaje.
“Referente en el continente americano, de norte a sur, por su constante fiscalización del poder, Jorge Ramos representa el ejemplo del mejor periodismo, el que la sociedad necesita en estos tiempos”, ha destacado sobre Ramos el jurado de los premios más prestigiosos del periodismo en español, que este año celebran su 42ª edición.
Ramos, nacido hace 66 años en Ciudad de México, comenzó su carrera periodística en su país natal. Trabajó en radios locales y en el noticiero de Televisa, la principal cadena de televisión de México, hasta 1982, año que marcaría su vida y trayectoria profesional para siempre. Después de que Televisa censurara unos de sus reportajes, en el que Ramos era crítico del Gobierno del entonces presidente mexicano José López Portillo, Ramos decidió emigrar a Estados Unidos.





Así, en 1983, se convirtió en otro inmigrante mexicano recién llegado a suelo estadounidense. Una faceta de su identidad que le ha inspirado como periodista, guiándose siempre en la realidad de la comunidad hispana. “Todos estos años hemos sido su voz. Si no lo somos nosotros, ¿quién lo va a ser? Yo he sido migrante, no me olvido, y como migrante siempre he defendido que los demás tengan las mismas oportunidades que yo tuve”, dijo el comunicador a EL PAÍS minutos antes de grabar su último noticiero.
A Univisión llegó en 1985 e hizo del noticiero de la cadena el programa de noticias en español de mayor audiencia de Estados Unidos. Cada noche atrajo a más de dos millones de personas. Desde su plató, informó durante casi cuatro décadas a una comunidad hispana cada vez más grande, en un país donde los latinos han pasado de ser 15 millones cuando él llegó a más de 65.
Durante su carrera ha entrevistado a líderes mundiales como Nicolás Maduro o Barack Obama, ha cubierto más de un puñado de guerras e informado sobre muchos de los acontecimientos más significativos de la era moderna, como los atentados terroristas del 11-S y la elección en 2020 de Donald Trump, el único presidente estadounidense que le ha declinado una entrevista.
A este último el periodista le ha plantado cara en más de una ocasión. De hecho, desde su partida de Univisión, Ramos ha asegurado que piensa seguir haciendo periodismo y peleándole las mentiras. “No pienso retirarme del periodismo. Creo que los periodistas nunca se pueden retirar. Y estoy buscando cuál es el siguiente paso”, ha afirmado este lunes.
“Llevo más de 40 años viviendo en Estados Unidos y nunca había vivido un momento tan difícil como este para los latinos y para los inmigrantes. Es peligroso y difícil ser inmigrante en estos momentos”, ha reconocido. Aun así, se aferra al optimismo. “Estados Unidos es un país que fue creado por inmigrantes y que seguirá siendo construido por inmigrantes. Este es uno de los momentos más bajos en la historia de Estados Unidos en lo que se refiere a los ataques contra los inmigrantes, contra los extranjeros y en donde la democracia está en verdadero peligro. Pero yo sigo teniendo mucha esperanza de que las cosas van a cambiar y una de las formas en las que pueden cambiar es haciendo buen periodismo”, ha añadido.
“Al final de cuentas, el buen periodismo casi siempre es contrapoder. Y eso es lo que nos toca ahora a los periodistas con este nuevo gobierno. Cuestionar todo lo que se hace y vencer el miedo. Hay una famosa frase en inglés, “this too shall pass” (esto también pasará), y creo en eso”, ha concluido.
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