La sección de ‘Salud y Bienestar’ y Planeta Futuro reciben sendos premios

La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen ) ha reconocido a la sección de Salud y Bienestar de EL PAÍS su “labor de divulgación” y “su compromiso total con la atención primaria”, en una gala que se celebró el pasado viernes. La redactora jefa de la sección, Patricia Fernández de Lis, recogió el premio en una ceremonia en la que además se conmemoró el 50 aniversario de la entidad. También la semana pasada la periodista de Planeta Futuro Alejandra Agudo recibió, en la propia redacción de EL PAÍS, el galardón Tiflos, que entrega ONCE, por un reportaje sobre infanticidios en Guinea-Bisáu.

Fernández de Lis explicó en su discurso de agradecimiento que Salud y Bienestar se lanzó hace menos de un año con la firme creencia de que se trataba de “una demanda” de la sociedad. “Tenemos que hablar más de su bienestar físico y emocional y para hablar con base científica de todo ello, necesitamos su ayuda, la ayuda de los médicos de atención primaria, los médicos que están más cerca de los pacientes”, expuso.

El presidente de Semergen, José Polo, agradeció a personalidades e instituciones como EL PAÍS su apoyo a la sanidad pública “en un momento en el que atraviesa una situación delicada”. “Tenemos la mejor sanidad del mundo, pero el deterioro es evidente”, aseveró.

La entidad también ha premiado, entre otros, a la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados y ex ministra de Sanidad, Ana Pastor; al consejero de Sanidad y Consumo durante la IX Legislatura del Gobierno Vasco, Rafael Bengoa; Diario Médico; Farmaindustria; al cantante Miguel Ríos; y al actor Antonio Resines.

El año pasado ONCE concedió el premio Tiflos a un reportaje de Planeta Futuro, pero no pudo ser recibido por su autora, Alejandro Agudo, hasta la semana pasada. Se trata del artículo Matar bebés por no considerarlos seres humanos, que, con imágenes del fotógrafo Álvaro García, aborda los infanticidios de recién nacidos con discapacidad en Guinea-Bisáu. El reportaje explica cómo matan a los niños pequeños por considerarlos irã, que en la lengua criolla del país quiere decir espíritu o demonio.

El jurado del premio ha destacado “el valor” de la historia, así como los “datos terribles y desconocidos para la mayoría, procedentes de un país africano, y con un trato impecable de las imágenes y los textos”. La autora quiso dar visibilidad “a una realidad muy olvidada”, de la que no existen datos porque no hay denuncias.