Rebelión en la cúpula de RTVE
La demora en el fichaje a Broncano agudiza la crisis entre la presidenta, Elena Sánchez, y el comité de dirección. El consejo de administración cuestiona también el modelo de gestión
Una larga cadena de desencuentros y desconfianzas con la cúpula directiva por la manera de gestionar la corporación ha puesto contra las cuerdas a la presidenta de RTVE, Elena Sánchez, que accedió al cargo hace año y medio —de rebote y de manera provisional— tras la abrupta dimisión de José Manuel Pérez Tornero. La crisis interna se ha extendido a las relaciones con el consejo de administración, que se han vuelto especialmente ásperas. El choque a doble banda se ha agudizado a raíz del plan para contratar al humorista David Broncano para levantar las noches de TVE-1. Los ecos de esta confrontación han resonado en La Moncloa, que ya ha cuestionado la continuidad de Sánchez al mando de la radio y la televisión pública. “El Gobierno le ha enseñado la salida”, aseguran fuentes de la corporación.
Este incremento de la tensión se produce justo cuando toca la renovación de la mitad del consejo, cuyo mandato se reduce a tres años frente a los seis del resto de los integrantes. Según establece la ley, en marzo deberían ser relevados cinco miembros, cuyos nombres fueron elegidos por sorteo. El azar quiso que salgan en esta primera fase los tres vocales avalados por el PP, uno del PSOE y otro del PNV. El actual consejo obtuvo el respaldo del Congreso, que nombró a seis miembros, y del Senado, que designó a cuatro, tras un acuerdo entre PSOE, PP, Unidas Podemos y PNV. Estas cuatro formaciones alcanzaban claramente los dos tercios de los votos que exige la ley.
El Congreso tiene pendiente también cubrir la vacante que dejó Pérez Tornero (que formó parte del cupo de los socialistas) tras su dimisión en septiembre de 2022. Algunos partidos políticos han comenzado ya las negociaciones para configurar un nuevo consejo. Fuentes de RTVE no descartan que en la misma tacada Sánchez sea desalojada de la presidencia. Sánchez tiene este jueves comisión de control parlamentario.
Pero antes de que los partidos confeccionen la lista de sus candidatos, la máxima responsable de la corporación se enfrentará el martes 26 a una prueba de fuego decisiva para su futuro al frente del grupo audiovisual. El consejo de administración evaluará por segunda vez la contratación del programa del cómico David Broncano tras la tormentosa reunión del pasado lunes. En esa sesión, la presidenta llevó a debate el plan para sellar un acuerdo, por tres años, con la productora de La Resistencia, un espacio de entrevistas con un estilo irreverente y atrevido que Broncano presenta actualmente en Movistar +.
El programa, en la plataforma de pago desde 2018, es una coproducción de Encofrados Encofrasa, la firma audiovisual fundada por el humorista en colaboración con los también cómicos Jorge Ponce y Ricardo Castella, y El Terrat, compañía fundada por Andreu Buenafuente e integrada en la órbita de Mediapro. La negociación con TVE se venía gestando desde hacía mes y con esta oferta la televisión pública aspiraba a captar a un público joven, apostar por nuevas narrativas, ganar visibilidad en las redes sociales y generar imagen de marca. Pero, sobre todo, su objetivo era contar con un contenido capaz de competir en la misma franja horaria con El hormiguero, de Antena 3, un producto al que ni TVE ni Telecinco consiguen hacer sombra.
Además, para la cadena pública este formato resultaba por cada una de las ediciones sensiblemente más barato que, por ejemplo, 4 estrellas, que se emite después del Telediario 2. Una vez consolidado en la programación de TVE, se contemplaba la posibilidad de que el programa de Broncano se realizara en un plató de la cadena pública y con trabajadores de la casa. Actualmente se graba en un teatro madrileño.
La productora Encofrados Encofrasa aspiraba a que la alianza con TVE fuera por cinco años, un tiempo que la cadena pública consideró excesivo y lo redujo a tres. Esa fue la propuesta que llegó al consejo, si bien no la defendió, como suele ser habitual, el director de contenidos generales, José Pablo López, sino que fue la propia presidenta quien desgranó minuciosamente las bondades del proyecto.
Durante esa reunión, cada uno de los consejeros expresó su opinión sobre el contenido, el modelo de producción y el coste de programa (14 millones de euros por temporada). A favor se manifestaron los vocales propuestos por el PSOE, Ramón Colom y Concepción Cascajosa, además de Roberto Lakidain, avalado por Unidas Podemos, y el representante del PNV, Juan José Baños. En contra se posicionaron Jenaro Castro, Carmen Sastre, Consuelo Aparicio (PP) y José Manuel Martín Medem (Unidas Podemos). Fuentes próximas al consejero señalan que “para asombro de todos”, la presidenta optó por la abstención y alegó que tras escuchar las distintas intervenciones había “modulado” su posición. Echaba así por tierra un proyecto en que se habían invertido varios meses de negociación.
Fecha clave
Esa abstención generó una fuerte controversia en el seno del consejo. La zanjó Castro con una nueva propuesta: estudiar la posibilidad de que la duración del contrato con la productora de Broncano se redujera de tres años a uno. Una cuestión que se dirimirá en la sesión prevista para el martes 26.
El cambio de opinión de la presidenta dio una vuelta de tuerca más a las ya de por sí tensas relaciones con el equipo que ocupa la primera línea de gestión, que al día siguiente plantó a Sánchez en el comité de dirección. A esta reunión solo acudió Verónica Ollé, directora de gabinete y uno de sus pocos aliados incondicionales. Otros seis miembros, entre ellos el secretario general, Alfonso Morales; el director de contenidos informativos, Pep Vilar, y el de contenidos generales, José Pablo López, declinaron acudir a una cita convocada a pocos metros de sus despachos. “Fue su manera de expresar el malestar con la forma en la que se está gobernando la corporación”, mantienen fuentes internas. Agregan que la presidenta ha orillado a la cúpula directiva y ha creado un “comité de dirección B”, formado por personas de su estricta confianza, que toma las grandes decisiones. “Allí, en ese reducidísimo núcleo duro, se debate todo y luego se lleva ya cocinado al comité”. Preguntada sobre los enfrentamientos desatados dentro de la corporación, una portavoz oficial de RTVE ha declinado hacer comentarios.
Las desavenencias en Prado del Rey se han hecho especialmente patentes entre la presidencia y el responsable de los contenidos, José Pablo López, que se incorporó a la cadena pública hace dos años tras su etapa como director general de Telemadrid. Antes estuvo vinculado a Trece y a La Sexta. Si finalmente La Resistencia aterriza en la televisión pública, en unas condiciones o en otras, se habrá inclinado la balanza en la palmaria batalla que se libra en RTVE.
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