La Guardia Civil rescata a 111 animales maltratados en varios municipios de Málaga

Animales asesinados a golpes, caballos abandonados sin comida ni agua en plena ola de calor o perros enfermos de sarna o leishmaniasis y sin tratamiento alguno. La Guardia Civil investiga a 34 personas por distintos delitos de maltrato y abandono de animales domésticos en la provincia de Málaga, en diferentes municipios. La operación se ha desarrollado en refugios de animales, núcleos zoológicos, explotaciones ganaderas y perreras particulares. El trabajo realizado por los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) bajo la dirección y coordinación de la fiscalía de Medio Ambiente de Málaga, desarrollado dentro de la operación Colaphus, ha conseguido rescatar a 111 animales que se encontraban “en una situación deplorable”. Se han llevado a cabo un total de 236 inspecciones en las que se han detectado más de 500 infracciones administrativas a la normativa animal, según ha informado el instituto armado en un comunicado. Es decir, más de dos de media por cada una de las visitas.

Los problemas más habituales están relacionados con el bienestar animal: desde alojamientos inadecuados a falta de alimentación, agua, higiene o asistencia veterinaria. También es habitual la ausencia de registros documentales y sanitarios. “Hay de todo: desde perros atados que residen en zonas totalmente insalubres, bebederos con agua verde estancada o animales muy enfermos sin que hayan visto nunca un veterinario”, explican fuentes de la investigación.

Durante sus inspecciones, los agentes han encontrado a perros enfermos de leishmaniasis, sarna y otro tipo de enfermedades sin que hubiesen recibido ningún tipo de atención de profesionales veterinarios, mientras que a otros les habían amputado las orejas y el rabo sin ningún tipo de justificación. Además, también han hallado caballos abandonados sin comida ni agua en plena ola de calor e incluso animales golpeados hasta su muerte.

Las 34 personas investigadas se enfrentan a penas de hasta 18 meses de prisión si en el maltrato incurren agravantes como utilizar armas, ejecutar el hecho con ensañamiento o que el maltrato se haya realizado por el propietario, como refleja la reciente reforma del Código Penal. En el caso de que el animal muera, el castigo puede ser de entre uno y tres años de cárcel.

Las mismas fuentes subrayan que la mayoría de los casos analizados proceden de denuncias previas, aunque también hay algunos de oficio. De hecho, el fiscal de Medio Ambiente en Málaga, Fernando Benítez, explicaba a EL PAÍS a finales de 2023 que existe una “mayor sensibilidad social” con el maltrato animal y que el número de denuncias era cada vez más alto. “La gente está dando el paso para denunciar y eso es importante”, relataba a este periódico quien, además, cree que tanto los agentes del Seprona como de los distintos grupos de protección animal que existen en los cuerpos de policía municipales y la Policía Nacional “son muy efectivos”.

Los 111 animales rescatados han sido puestos al cuidado de asociaciones y entidades protectoras para que estén a disposición de las autoridades competentes. Solo algunos, los casos menos graves, han quedado en manos de sus propietarios “bajo la supervisión y control de las autoridades con competencia en la materia”. En la operación, los agentes de la Guardia Civil han contado con el apoyo del Colegio Oficial de Veterinarios de Málaga, así como especialistas de la Junta de Andalucía.

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