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Gibraltar reabre parcialmente su puerto por un vertido estimado de unos 2.000 litros de petróleo

Las autoridades del Peñón aseguran que la mayor parte del combustible que ya están retirando ha llegado a un paraje marino protegido

Uno de los buques implicados en el accidente de este martes, en la bahía de Algeciras.
Uno de los buques implicados en el accidente de este martes, en la bahía de Algeciras.A.Carrasco Ragel (EFE)
Jesús A. Cañas

El puerto de Gibraltar ha reabierto parcialmente este miércoles, después de estar un día y medio cerrado por un vertido de petróleo producido este pasado miércoles durante una maniobra de repostaje fallida en alta mar. La Capitanía Marítima gibraltareña calcula que en el accidente se vertieron al mar entre 1.000 y 2.000 litros de petróleo. La mayor parte de la mancha que ha llegado a la costa lo ha hecho a una zona que es paraje marino protegido, aunque por ahora “no se han detectado aves contaminadas”, según han confirmado las autoridades del Peñón en un comunicado.

El petróleo vertido, que ha originado manchas de chapapote en la costa, “era fueloil de muy bajo contenido en azufre”, según ha añadido Gibraltar en el mismo comunicado. El Gobierno de la Roca cree que “no quedan grandes manchas de petróleo a la deriva en la bahía” y que la mayor parte ya ha llegado a tierra. Con todo, su Autoridad Portuaria tiene desplegadas ocho lanchas para intentar hacer frente al velo flotante que ha emanado del petroleo pesado que ha llegado a la costa, unas zonas conocidas como Camp Bay, Rosia Bay, Little Bay y Seven Sisters, donde se ha izado la bandera roja y se ha prohibido el baño. De todos esos puntos, son los dos primeros los que más preocupan, dado que son espacios protegidos y donde “se han depositado las mayores cantidades” de petróleo.

El accidente se produjo a las 8.22 de este martes en una zona del mar ubicada en la cara interior de la Bahía de Algeciras. El vertido se originó cuando, por un motivo que se desconoce, el buque Gas Venus (con bandera de Panamá) sufrió un desbordamiento en sus tanques mientras otro buque gasolinera le repostaba combustible para su uso, en una maniobra que se conoce como bunkering. Esta actividad, aunque es legal y la practican otros puertos de la zona del Estrecho de Gibraltar, es muy criticada por los grupos ecologistas, por la peligrosidad de que se originen vertidos. De ahí que, en los últimos años, los puertos hayan reforzado el control y la vigilancia de este tipo de repostajes para evitar accidentes.

Operarios limpian vertidos de petróleo en la costa de Gibraltar, este miércoles.
Operarios limpian vertidos de petróleo en la costa de Gibraltar, este miércoles.Gobierno de Gibraltar

Aunque el puerto de Gibraltar haya reabierto su actividad parcialmente, el grueso de su negocio procede del avituallamiento de buques y de actividades de bunkering, ahora mismo aún prohibidas temporalmente. El Estrecho de Gibraltar es un punto clave en el movimiento mundial de mercancías y registra el paso de más 110.000 buques al año, según datos de la Dirección General de la Marina Mercante. Verdemar Ecologistas en Acción asegura que todo este ingente tráfico de mercantes origina una actividad de repostajes en el mar de “entre cinco y siete millones de toneladas de combustible al año” en barcos que, en ocasiones, viajan con una tripulación insuficiente para controlar de forma segura este repostaje.

Gibraltar ha creado un Grupo de Coordinación Estratégica en respuesta al vertido presidido por la Ministra de Contingencias Civiles, Samantha Sacramento. El equipo tardará “varias semanas en cuantificar el impacto ambiental del vertido”, aunque ya está realizando registros y estudios ecológicos para llevar a cabo una investigación completa. Mientras, a los trabajos en el mar han sumado equipos terrestres para llevar a cabo la limpieza de la orilla durante la marea baja. Aunque las autoridades españolas fueron informadas automáticamente del suceso, no se ha llegado a requerir su actuación, ya que Gibraltar ha asegurado tener controlada la situación.

Hace casi un año que Gibraltar sufrió un accidente de mayor gravedad que este suceso cuando, en una maniobra de avituallamiento, el buque granelero OS35 acabó hundiéndose tras chocar con otro buque. En aquella ocasión, el vertido duró semanas y los rescatistas llegaron a recuperar más de 330.000 litros de combustibles y aceites, cantidad muy superior a la de esta ocasión.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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