Libertad bajo fianza para el capitán del granelero semihundido en Gibraltar
El Peñón ha retirado ya todo el gasóleo del interior del buque y ahora comienza con el fueloil, mientras se han reportado manchas de petróleo en las costas cercanas y en aves
La policía de Gibraltar ha puesto en libertad bajo fianza al capitán del granelero que ha provocado un vertido de fueloil en el Estrecho, tras un accidente con otro buque la noche del pasado lunes. El hombre fue detenido al mediodía de ayer después de que el ministro principal de Gibraltar informase de que el OS35 desoyó las indicaciones de la Capitanía de Gibraltar tras el choque e intentó marcharse del puerto gibraltareño, pese a tener una vía de agua que le llevó a acabar varado controladamente en una bahía natural en la cara de levante del Peñón. La rotura parcial del buque provocó ayer un vertido de fueloil, un combustible menos refinado que el gasoil y más contaminante. La mancha, que están intentando limpiar y contener buques de España y Gibraltar, ha provocado contaminaciones en las costas del Peñón y de una playa de La Línea de la Concepción, además de provocar que un pequeño número de aves haya acabado “cubiertas de petróleo”, según ha confirmado Gibraltar.
Mientras, la empresa gibraltareña Resolve Marine Services (en colaboración con los rescatistas ingleses y españoles) ya ha conseguido extraer con éxito las 250 toneladas de gasóleo que estaban en los tanques del granelero semihundido a 700 metros de Catalan Bay y a 2,2 kilómetros de la playa de Levante de La Línea. Los trabajos se centran ahora en sacar las 215 toneladas de fueloil, que es más complejo de extraer por su textura más densa, y las 27 toneladas de aceite lubricante que el granelero también notificó poseer. Parte de ese fueloil con bajo contenido en azufre, en una cantidad no determinada, se liberó al mar durante la mañana del pasado jueves. Pese al despliegue de tres barreras flotantes, el vertido originó una mancha que superó las contenciones y, en parte, rodeó el Peñón. “Las manchas que fueron surgiendo han ido derivando hacia el sur. Eso no significa que aparezcan otras pequeñas que se separan y se disgregan. Parece que el grueso se desplaza hacia mar adentro. Ahí se debería arrastrar hacia el mar de Alborán”, ha explicado Benito Núñez, director general de la Marina Mercante, entidad dependiente del Ministerio de Transportes.
El alcalde de La Línea, Juan Franco, ha reportado la presencia de vertido en una zona de la playa de Poniente más cercana al puerto deportivo. El Consistorio ha decretado la bandera roja que prohíbe el baño, ha acordonado la zona cercana a un espigón y ha ordenado a unos operarios armados con palas y una pistola de presión la retirada de los contaminantes en la arena y en las rocas. “Es para estar preocupado, pero no es una tragedia. Estos serían los restos del primer escape que hubo. La situación creo que está controlada”, ha precisado el regidor. La Junta ha elevado el nivel de emergencia a situación 0, que se corresponde con un episodio de contaminación marina de pequeña magnitud y peligrosidad. La Junta de Andalucía asegura que ha detectado una mancha de entre 75 y 50 metros que han conseguido limpiar.
Unas afectaciones similares se han detectado también al otro lado de la frontera. El medio local GBC ha documentado restos de contaminación en Rosia Bay, una zona en la cara poniente de la Roca (la contraria a donde acabó semihundido el granelero). El Gobierno de Gibraltar ha izado la bandera roja en diversos puntos de baño del Peñón y ha extremado la presencia de barreras en Little Bay, una zona de la que toman agua las desaladoras que abastecen de agua potable a la población. Además, el Peñón ha informado que han detectado un pequeño grupo de aves con “manchas de petróleo”. El ecologista Antonio Muñoz, de Agaden Campo de Gibraltar, ha lamentado la llegada de vertidos a una zona donde destaca la presencia de la patella ferruginea, un molusco que está presente en las costas de la bahía de Algeciras y que “tiene el mismo peligro de extinción que el lince ibérico”, según ha asegurado Muñoz.
A última hora de ayer, el Gobierno de Gibraltar admitió “una fuga importante” de fueloil. Aunque añadió que “era más ligera que en otros incidentes ocurridos en la Bahía”. Además de las diversas barreras desplegadas, el Peñón desplegó un skimmer (un aparato para la recogida mecánica de un derrame de hidrocarburos que funciona como una batidora que aspira la mancha) para retirar hasta 12 toneladas de fuel que se escapó del mercante. A eso se suman los equipos del buque de Salvamento Marítimo español, el Luz de Mar y el Clara Campoamor, que ha llegado hoy, capaces de extraer combustible del mar. “Se trata de minimizar los daños, estos productos cuando entran en contacto con el medio marino son tóxicos. No es lo mismo que el Prestige [hundido frente a las costas de Galicia en 2007], que fue fuelóleo pesado y en gran cantidad, pero evidentemente es dañino. Se trata de contener los daños recogiendo los vertidos”, ha apuntado Núñez.
As the operation to pump diesel oil out of the OS 35 continues, some of the heavy fuel oil that leaked from the beached bulk carrier on the east side yesterday seems to have made its way over to Rosia Bay. pic.twitter.com/WhDPyS6MVz
— GBC News (@GBCNewsroom) September 2, 2022
Objetivo: extraer 215 toneladas de fueloil
El derrame procedía de dos rejillas de ventilación de los tanques que, pese a que se consiguieron bloquear, acabaron por abrirse la tarde del miércoles, momento en el que el granelero semihundido en un banco de arena a 17 metros de profundidad se combó por la mitad. Fruto de ese empeoramiento, el tanque delantero quedó más afectado que los dos de popa, ubicados en una zona del buque que no llegó a hundirse. La extracción de los combustibles, que estaban en el barco para su autoconsumo, se está realizando por medio de unas bombas que derivan el gasóleo a una barcaza que está situada cerca del buque siniestrado. En un primer momento, el Gobierno de Gibraltar cifró en 50 horas el tiempo necesario para extraerlos del mercante, por lo que, si no hay contratiempos, las tareas de vaciado podrían terminar este fin de semana, según ha estimado el director de la Marina Mercante española.
El granelero portaba una carga de barras de acero en el momento del siniestro. El mercante chocó contra un metanero que estaba fondeado en el puerto de Gibraltar. El capitán del primer navío decidió continuar su marcha prevista hacia el puerto de Vlissingen (Países Bajos), desoyendo las indicaciones del capitán de Gibraltar. Sin embargo, la vía de agua originada por una brecha de 10 metros de largo por cuatro de ancho en el centro del casco obligó a la Capitanía gibraltareña a tomar al control de estado del granelero y le hizo dirigirse hacia la playa de los Catalanes, para evitar su hundimiento total.
Durante la mañana del pasado martes, la Capitanía de Gibraltar solicitó la ayuda a su homóloga de Algeciras. La colaboración se ha materializado con la intervención de los buques de Salvamento Marítimo y del helicóptero de esta institución que sobrevuela la zona para conocer el desplazamiento de una mancha de la que es complicado conocer su tamaño. Desde ese momento, ambas partes han resaltado que la colaboración existente es buena, según han repetido tanto el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, como Raquel Sánchez, ministra de Transportes del Gobierno español.
El OS35 tiene bandera de Tuvalu y está operado por Old Stone Management Ltd., una sociedad gestionada desde el puerto del Pireo, en Grecia. El seguro del buque, QBE Europe SA/NV, decidió designar a la empresa Resolve Marine Services, de Gibraltar, para que se encargue de los servicios de rescate del navío. Sin embargo, estos trabajos serán complicados y aún no está claro cómo podrán realizarse, según ha confirmado Picardo esta mañana en una entrevista con la Cadena SER. El Ayuntamiento de La Línea anunció ayer que ha ordenado a sus servicios jurídicos que estudien la posibilidad de interponer medidas legales y civiles contra los responsables del suceso.
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