Mónica Rubio, astrónoma: “Cada vez que un telescopio entra en funcionamiento, el universo nos asombra con lo inimaginable”
La vicepresidenta de la Unión Astronómica Internacional dice que un recorte de presupuesto para observatorios estadounidenses también impactaría en Chile, donde operan varios proyectos del país norteamericano


Mónica Rubio López (Santiago, 70 años) creció con una fascinación por las estrellas. De niña le gustaba observarlas, mientras sus hermanos jugaban. La atracción era tanta que no pasó desapercibida por su madre, que aupó sus primeros pasos para ser astrónoma. Lo que siguió fue una carrera en ascenso: directora del Programa de Astronomía de Chile (2007-2014), descubrió cómo las galaxias enanas forman sus nuevas estrellas, vicepresidenta del Consejo de la extinta agencia gubernamental CONICYT (Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica) en 2019, ganadora del Premio Nacional de Ciencias Exactas en 2021, vicepresidenta de la Unión Astronómica Internacional (UAI) –la primera chilena en ostentar un cargo ejecutivo en esta organización mundial– desde 2024. Pero su más reciente hito está en descubrir 12 estrellas en gestación en la galaxia Wolf-Lundmark-Melotte (WLM), a unos 3 millones de años luz de la Tierra.
Ha conseguido sus mayores descubrimientos por el uso del radiotelescopio ALMA, en el árido desierto de Atacama, en el norte de Chile; pero también por ver a través del ya legendario James Webb. Por esa pasión es que está atenta a las primeras imágenes del Observatorio Vera C. Rubin, ubicado en el cerro Pachón, en la región de Coquimbo y a 450 kilómetros de Santiago, que serán reveladas este lunes 23 de junio. “Cada vez que un telescopio entra en funcionamiento, el universo nos asombra con lo inimaginable”, dice Rubio, profesora titular de la Universidad de Chile, en una entrevista con EL PAÍS desde su oficina en el Observatorio Astronómico Nacional en una cumbre del cerro Calán, en Santiago.
Pregunta. ¿Qué expectativas tiene con el Vera C. Rubin?
Respuesta. Ofrecerá una visión única (porque tiene la mayor cámara digital del mundo que capturará una película completa del cielo nocturno). Nos permitirá conocer millones de objetos que cambian de brillo y de posición. Por ejemplo, podríamos ver una galaxia que se comporta de un modo que no sabíamos, porque solemos mirarla en forma estática. Estoy segura de que descubriremos fenómenos que no conocemos hasta ahora.
P. Chile es clave en todo esto. ¿Es suficiente la cuota del 10% del tiempo de observación para proyectos chilenos en algunos telescopios mundiales en el país?
R. Es una discusión interesante. Si bien observatorios internacionales como los norteamericanos y japoneses firmaron acuerdos con la Universidad de Chile –que siempre exigió un 10%–, no fue así con el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) y esto recién se llevó al mismo nivel en los años 90.
Hoy los telescopios más grandes e importantes están nuestro país, pero también creció la presión de la comunidad científica nacional. Es decir, de cada cuatro proyectos chilenos presentados solo uno se aprueba. De ahí que uno podría pensar que sería muy bienvenido aumentar este 10% para satisfacer esa demanda. Este es un tema que no se ha discutido todavía, aunque sin duda la presión de los astrónomos chilenos es cada vez mayor.
P. ¿Qué desafíos en el ámbito de la astronomía en Chile le parecen relevantes?
R. Creo que el paso a seguir es contar con una política o estrategia nacional de desarrollo en astronomía. Hasta ahora las iniciativas no han estado tan coordinadas y, entonces, surgen situaciones que no deberían tener asidero si se contara con una mejor coordinación.
P. ¿Qué tan amenazados están los cielos chilenos por la contaminación lumínica?
R. Chile, junto con España y Estados Unidos (en Arizona), ha sido pionero en tener normativas que permitan que los cielos se mantengan oscuros y no sean contaminados lumínicamente. Tenemos la normativa, pero a veces es difícil la implementación. Sin embargo, hoy se está creando conciencia ciudadana y eso es positivo. En paralelo, hemos tenido algunos proyectos más amenazantes, cercanos a los observatorios astronómicos.
P. ¿Se refiere al megaproyecto de Aes Andes que planea la construcción de un complejo industrial cerca del observatorio Paranal?
R. Sí, este proyecto levantó todas las alertas. Pero es una amenaza que puede ser transformada en una oportunidad para dictar una normativa más estricta en el futuro. Como en todas las leyes, siempre hay interpretaciones. Pero ojalá estas interpretaciones sean cada vez más restrictivas. Por otro lado, hay que encontrar una manera en que tampoco se resienta el progreso del país.
P. ¿Y a nivel mundial, qué le preocupa?
R. La situación internacional, sobre todo de Estados Unidos, con una propuesta de la actual Administración norteamericana para reducir los fondos para la financiación científica. Esto implicaría consecuencias directas sobre los observatorios norteamericanos, los cuales en su mayoría operan en Chile. No solo tendría un impacto para ellos, sino también en nuestro país, donde están instalados telescopios de EE. UU. Esperamos que esta propuesta, que debe pasar por el Congreso estadounidense, se pueda revertir.
P. ¿Y si no se revierte?
R. Sería un retroceso muy grande porque se supone que hay varios proyectos astronómicos que no se llevarían a cabo. Hay proyectos espaciales que están preparándose, incluso uno que debe lanzarse en mayo de 2027: el telescopio Nancy Grace Roman. Y si hay una reducción de presupuesto, telescopios espaciales como Hubble y James Web también se verían afectados y toda la astronomía norteamericana que opera desde la superficie de la Tierra, que la mayor cantidad está en Chile. Estados Unidos perdería su liderazgo histórico en astronomía y quizás en muchas áreas de la ciencia.
P. ¿Hay otros países que podrían tomar el liderazgo, no?
R. Por supuesto, Europa, que está construyendo en el ELT (siglas en inglés de Telescopio Extremadamente Grande) y ya están pensando en el siguiente que quieren construir. También tienen proyectos para construir una gran antena de radio en Chile. Pero todo depende de que los países tengan fondos y hoy todos están enfrentados a una situación compleja. Hay proyectos, pero posiblemente se desarrollarán más lentamente de lo planeado.
P. ¿En definitiva, es un mal momento para la astronomía?
R. Diría que todas las ciencias están en un momento de gran incertidumbre.
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