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La justicia chilena mantiene la prisión preventiva para el exsubsecretario Manuel Monsalve

El médico, imputado por abuso sexual y violación a una asesora, seguirá en la cárcel Capitán Yáber. La Fiscalía aportó nuevos antecedentes: el uso de su teléfono móvil en el hotel donde estuvo con su subalterna

Manuel Monsalve
Ana María Sanhueza

La jueza del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, Carla Cappello, ha resuelto este miércoles mantener la prisión preventiva de Manuel Monsalve, exsubsecretario del Interior de la Administración de Gabriel Boric, quien enfrenta una investigación en su contra luego que una asesora de su gabinete, de 32 años, lo denunciara el 14 de octubre de 2024 ante la Fiscalía por violación y abuso sexual. El médico de 59 años, quien tras la acusación renunció al gobierno, fue formalizado por ambos delitos y se encuentra privado de libertad en la cárcel capitán Yáber hace cinco meses.

Monsalve, exmilitante del Partido Socialista y exdiputado por cuatro períodos, entre 2006 y 2022, ingresó por la mañana a la audiencia judicial en el Centro de Justicia, en Santiago, vestido con un peto amarillo con el que Gendarmería, el servicio de prisiones, identifica a los imputados. Se sentó al lado de Víctor Providel, el defensor público a quien fichó para que lo representara en el caso, y pidió la revisión de su medida cautelar para que se revirtiera la prisión preventiva por arresto domiciliario, tras más de 160 días en prisión.

La acusación en contra de Monsalve fue presentada por su subalterna, quien era parte de su gabinete, ante los fiscales de la zona oriente de Santiago Xavier Armendáriz y Francisco Jacir. Lo denunció por dos ataques ocurridos entre la noche del domingo 22 de septiembre y la mañana del lunes 23, durante el largo fin de semana de las Fiestas Patrias. Ambos salieron a cenar a un restaurante de comida peruana, el Ají seco Místico, donde bebieron varios vasos pisco sour (la cuenta del local registra ocho copas tamaño grande). Luego abordaron un taxi en la calle, para llegar al Hotel Panamericano, donde entonces residía el médico, y que está ubicado a pocas cuadras de La Moneda.

La denunciante ha declarado en dos ocasiones y ha señalado que no recuerda nada de lo ocurrido, a partir del segundo pisco sour en el restaurante, y ha dicho que acudió al encuentro pues había una relación jerárquica con Monsalve. Según señaló Armendáriz en la audiencia de formalización de cargos, desarrollada en noviembre, que el lunes 23, en la habitación del hotel, Monsalve “se acercó a la víctima y valiéndose del estado de estupefacción y confusión en que se encontraba producto de la fuerte impresión que le causó despertar en esas circunstancias, y sin mediar consentimiento alguno, realizó actos de significación y de relevancia sexual (...) aprovechándose de la que víctima estaba incapacitada para oponerse”.

Usó su teléfono

Monsalve, a su vez, ha señalado no recordar nada durante 12 horas. En la audiencia, sin embargo, la Fiscalía refutó a su defensa y exhibió nuevas pruebas contenidas en un informe policial que revela que el teléfono móvil del entonces subsecretario tuvo unas 100 interacciones cuando estaba en el Hotel Panamericano con el uso de la plataforma Signal y Spotify, además de la cámara fotográfica, que utilizó en dos oportunidades, entre las 0:45 horas y la 1:18 horas. Precisamente, esos antecedentes fueron clave para que la magistrada Cappello mantuviera la prisión preventiva.

De acuerdo con la resolución de Cappello, “si bien el imputado goza de irreprochable conducta anterior, el hecho que se le atribuye tiene asignada pena de crimen y su conducta posterior al hecho consistente en manipular cierta evidencia y borrar el contenido de sus celulares, negando además la existencia de los otros aparatos que posteriormente le fueron incautados, configuran tanto el peligro para la seguridad de la sociedad como el peligro para la investigación, por lo que el tribunal resuelve mantener la prisión preventiva”.

Y añadió que las declaraciones que entregado Monsalve “no han modificado su postura inicial en cuanto a la supuesta privación de sentido que también lo afectaba, cuestión que resulta irrelevante para el tipo penal, pero que además ha sido desvirtuada con las nuevas diligencias realizadas por el Ministerio Público, que demuestran que el denunciado tuvo abundante actividad en su teléfono celular, lo que desvirtuó a la hipótesis de su alteración de conciencia”.

El defensor de Monsalve, en tanto, señaló que “no hay elementos para sostener que al interior de la habitación 719 del Hotel Panamericano hubo un delito de violación” y que “no hay un relato tanto de la denunciante como del denunciado que permitan reconstruir los hechos, por lo tanto, no hay nada que efectivamente nos diga cuándo, cómo y en qué circunstancias puede haber una relación sexual”.

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Sobre la firma

Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.
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