Buch desoye a los Mossos, que piden que no se corte la vía en la marcha de la avenida Meridiana de Barcelona
El Departamento de Interior negó que existiese un informe de los Mossos pidiendo cambios en la protesta independentista
El Departamento de Interior que dirige Miquel Buch ha desoído la recomendación de los Mossos d’Esquadra de que se modifique la manifestación independentista de la avenida de Meridiana de Barcelona, impidiendo que corte el tráfico de la arteria de entrada y salida de la ciudad. La propuesta de la policía catalana consta en un informe enviado hace varios días a la Dirección General de Administración de Seguridad (DGAS), según diversas fuentes policiales consultadas por EL PAÍS. Un portavoz de Interior aseguró el miércoles que no existía ningún documento de los Mossos que recomendase modificar o impedir la protesta. Consultado ayer, aseguró desconocer la existencia del informe que pide cambios, pero insistió en que no se ha pedido prohibir la marcha.
La protesta de la avenida de Meridiana de Barcelona está comunicada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) hasta el próximo 18 de marzo. Empezó el 14 de octubre en rechazo a la sentencia del procés. Prevé dos horas de cortes de tráfico de la arteria de entrada y salida de la ciudad: entre las ocho y las diez de la noche. La entidad comunicó la ampliación del periodo de manifestación a la Dirección General de Administración de Seguridad (DGAS), lo que motivó el informe de los Mossos d’Esquadra que pide que no se impida la circulación en la avenida.
El consejero del Interior, Miquel Buch, aseguró el jueves de la semana pasada en rueda de prensa que se basarían en los informes de los Mossos d’Esquadra para decidir si había que modificar en algún caso la protesta. A pesar de eso, el Departamento de Interior no ha solicitado ningún cambio a la ANC, tal y como explicó a este diario su vicepresidente, Pep Cruanyes.
Los 137 días de protesta en la Meridiana han abierto una batalla entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat. La Guardia Urbana ha pedido directamente que se prohíba la manifestación por seguridad (se han producido diversos enfrentamientos), y por las afectaciones al tráfico, a los vecinos y a los comerciantes de la zona. El concejal de Seguridad, Albert Batlle, lo ha expresado públicamente en diversas ocasiones. El consejero Buch ha insistido en el que el derecho de reunión y manifestación es un derecho fundamental altamente protegido.
El PSC ha pedido la comparecencia en el Parlament del director de la Dirección General de Administración de Seguridad (DGAS), Jordí Jardí, que es el competente en la gestión de manifestaciones, que no requieren autorización pero sí ser comunicadas. La DGAS valora los informes policiales que se llevan a cabo cuando hay protestas, teniendo en cuenta el riesgo de cada manifestación, y en diversas ocasiones se proponen cambios de ubicación o recorrido.
El partido de Miquel Iceta ha presentado también diversas preguntas parlamentarias para conocer cuál ha sido la actuación de Interior con la Meridiana. En concreto, solicita cuántos informes han hecho los Mossos sobre la marcha de la Meridiana, cuántos la Guardia Urbana, si se han presentado requerimientos o sugerido medidas y, en caso contrario, los motivos.
La protesta de la avenida de Meridiana nació el pasado 14 de octubre, en el contexto de las diversas movilizaciones que se llevaron a cabo una vez se hizo pública la sentencia que condenaba a penas de entre 9 y 13 años de cárcel a los líderes del procés. Las primeras semanas, la protesta no se comunicó al Departamento de Interior, motivo por el que los Mossos denunciaron a más de 150 participantes. La actuación policial tuvo un efecto llamada. Tras la comunicación de la ANC, la afluencia oscila entre el medio millar y el medio centenar de personas.
Una petición de prohibición de la Guardia Urbana
El último informe de la Guardia Urbana de Barcelona sugiere la medida más drástica, y rara vez adoptada por la administración, de prohibir la protesta de la avenida de Meridiana de Barcelona. La policía local de la ciudad hace un repaso a diversos episodios del último mes, habla de “encapuchados”, “actitud violenta” e insiste en que no hay ningún “servicio de orden debidamente identificado” en la protesta. Habla de “actitud hostil” de los manifestantes ante conductores que quieren cruzar y la propia policía, y se refiere a hogueras que provocan daños. Por todo ello, pide la prohibición de la marcha.
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