Teresa Cunillera: “El diálogo no va a ser fácil, pero tiene que salir bien porque no hay otra vía”
La Delegada del Gobierno en Cataluña aboga por una "colaboración leal y sincera entre los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad"
Teresa Cunillera (Bell Lloc, Lleida, 1951) ha sido ratificada como delegada del Gobierno en Cataluña, algo que no pueden decir la mayoría de sus compañeros que ocupan el mismo cargo en otras comunidades.
Pregunta. ¿Esperaba la confirmación?
Respuesta. Para mí fue una sorpresa cuando me nombraron, porque me había retirado. No esperaba vivir esto y espero que cuando me retire de una vez haya valido la pena. De momento, la tarea es apasionante.
P. ¿En qué consiste esa tarea?
R. El ciudadano catalán ha podido tener la sensación de que el Estado había abandonado su obligación de estar presente en la vida cotidiana. Esto es una cosa que me he propuesto revertir, ejerciendo bien nuestras competencias, pero también tendiendo la mano honradamente y sin esperar nada a cambio.
P. ¿Qué espera de la mesa de diálogo que se constituye el próximo día 26?
R. Que sea un espacio de diálogo fluido, fructífero y que nos permita encontrar las soluciones que todos deseamos.
P. El independentismo llevará la amnistía y el derecho de autodeterminacion a la mesa de diálogo y el Gobierno viene diciendo desde hace meses que esos temas son innegociables.
R. El independentismo sabe que hemos de encontrar un ámbito de convivencia para todos. En toda negociación se parte de una petición de máximos y una oferta de mínimos, pero el diálogo solo es posible si cada uno es capaz de renunciar a parte de su razón para entender la razón del otro.
P. Por tanto, ¿se hablará de todo en la negociación?
R. El problema no es la amnistía o la autodeterminación. Ese es el planteamiento de una parte, pero el Gobierno tiene muy claro lo que quiere: la búsqueda de la convivencia para superar los momentos muy difíciles que hemos vivido. Una gran parte del independentismo está deseando llegar al entendimiento sin renunciar a sus ideales.
P. El diálogo y el pacto siempre implica renuncias.
R. El diálogo se produce a partir de que uno tiene una convicción y sabe que va a hablar con alguien que piensa distinto.
P. ¿Hasta dónde está dispuesto a ceder el Gobierno?
R. No estamos hablando de cesiones, sino de la búsqueda de posiciones comunes. Me gustó mucho la llamada “propuesta para el reencuentro” que Pedro Sánchez le entregó a Quim Torra. Hemos estado demasiado tiempo distanciados, incluso confrontados, hemos de reencontrarnos.
P. ¿La excarcelación definitiva de los presos facilitaría el reencuentro?
R. La competencia de la administración penitencia la tiene la consejera de Justicia de la Generalitat, que es una mujer seria y rigurosa. La ejerce con toda la profesionalidad del mundo y yo he de respetar lo que decidan. El diálogo no va a ser fácil, porque venimos de demasiados años de desencuentros y situaciones confrontadas. Si partimos de posiciones de espalda contra espalda, cada paso que damos nos separa más. Si nos miramos cara a cara será más fácil que nos encontremos.
P. Una de esas “situaciones confrontadas” fue la actuación de la Policía y la Guardia Civil el 1 de octubre, que generó un amplio rechazo en la sociedad catalana. ¿Ya se ha reconducido aquel distanciamiento?
R. El 1 de octubre no se puede analizar como un hecho aislado. Es la consecuencia de dos gobiernos que no se hablaban y buscaban la confrontación. Ambas partes cometieron errores fatales. De lo que estoy orgullosa es de que ahora podemos hablar de una colaboración leal y sincera entre los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad.
P. ¿Es impensable que se repita una actuación policial como la del 1 de octubre?
R. Es imposible, porque el Gobierno que hizo aquello apostó por la confrontación y el Gobierno actual apuesta por el diálogo.
P. ¿El relator es necesario?
R. Hemos de cumplir nuestras palabras y compromisos. El PSOE y el PSC firmamos con Esquerra un acuerdo de constitución de la mesa de diálogo y allí se dice cómo se va a desarrollar. Ese es el marco al que hemos de ceñirnos.
P. ¿Qué piensa de la ambigüedad que a veces muestra Quim Torra con la mesa de diálogo?
R. Yo espero que escuche el clamor popular que nos pide que nos sentemos a hablar. Sabe que no hay otra vía.
P. ¿Cuándo se verán los primeros resultados?
R. Si ya fue difícil dar el paso a favor del diálogo, ahora no nos debe vencer la impaciencia. Insisto no va a ser fácil, pero tiene que salir bien y hay que dedicarle todos los esfuerzos que hagan falta. Muchos ciudadanos lo están esperando y no hay otra vía.
P. ¿Percibe dos almas en el mundo independentista y dos maneras de afrontar el diálogo?
R. El mundo independentista, como el constitucionalista, no es homogéneo, tiene muchas variedades y aspiraciones. Hay que contemplarlo en su complejidad para encontrar el punto común y poder hablar.
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