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Un festival para el diseño emergente de Madrid

La primera edición de 'Mayrit' recoge diez propuestas de jóvenes creadores locales

Pieza de la exposición Liminal Encounters, una de los proyectos del festival Mayrit.
Pieza de la exposición Liminal Encounters, una de los proyectos del festival Mayrit.

Miguel Leiro volvió de Estados Unidos y se encontró una vibrante escena de diseñadores jóvenes que vivían en Madrid, que se conocían de manera casual y después se juntaba en colectivos para crear proyectos. Dos años después, gracias a una beca de Injuve, ha tratado de representar a ese círculo de artistas emergentes en un festival de diez días: Mayrit, cuya primera edición comienza este lunes y acaba el jueves 20. Engloba a diez proyectos entre instalaciones, charlas y exposiciones que dejan atrás la corriente funcional del diseño (“que no solo sirva para sentarse o para apoyar un vaso”, explica Leiro), sino para comunicar.

Entre los diez proyectos, reconoce Leiro, el que más ilusión le hace es la obra que instalará el día 10 el estudio Parasite 2.0 en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Desert Plateau, el nombre de la creación, recrea un desierto doméstico a través de imágenes y sensaciones que permanecerá diez días en la facultad. Durante los días de la instalación, se realizará un taller con los alumnos que deseen participar para dar con una manera de habitar ese espacio, en el que participará el estudio de arquitectura La Cube. “Es un análisis del desierto, cuna de civilizaciones y religiones, pero en un espacio cerrado. También tiene mucha relación con el calentamiento global”, explica Stefano Fusani, de La Cube.

Varias de las piezas que se exponen en el festival Mayrit
Varias de las piezas que se exponen en el festival Mayrit

Lo interesante de esta propuesta, para Leiro, es buscar la retroalimentación de personas fuera del mundo del diseño, en este caso alumnos y profesores de la ETSAM. “Sucede en un marco institucional, en la Universidad, con personas que tienen una visión de fuera y van a participar. Eso puede dar lugar a cosas interesantes”, explica el director. El comisario persigue juntar alrededor del festival a diseñadores jóvenes de Madrid y a gente interesada en la disciplina. “Queremos que quien venga a verlo participe, que se genere diálogo, no que el público se quede en una esquina aplaudiendo”, añade Leiro. Persigue el desarrollo de una nueva generación que queda fuera de eventos de mayor envergadura como el Madrid Design Fest. “Damos visibilidad a la gente joven que se une de forma libre”, explica el director.

Su foco está en la capital, pero también vendrán del extranjero. Es el caso del proyecto de Jorge Penadés, de la plataforma curatorial Extraperlo. Penadés pidió a diseñadores, arquitectos, profesores y directores de galerías de España y de fuera del país que le mandaran algo que cupiese en una caja de zapatos. Las piezas se expondrán entre el 13 y el 15 de febrero y se venderán por entre uno y 500 euros que irá íntegra a sus autores. Para Penadés, Mayrit es el futuro, la unión de la “comunidad local independiente”.

Cartel del festival de diseño Mayrit
Cartel del festival de diseño Mayrit
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Mayrit abarca una visión social y humana del diseño. El taller Ceniceres (el día 15 en Espacio Abastos) busca narrar el cambio social respecto al tabaco a través de los ceniceros, que “antes eran como piscinas porque la gente fumaba y fumaba”, según explica Leiro. Por su parte, la exposición Turning into red thin air (del 15 al 23 de febrero en Gomeznarro, 36), de los madrileños Andrés Izquierdo y Pablo Ferreira, participan con una instalación inmersiva alrededor de historias de “metamorfosis”, como la de Katie Stubblefield, a quien le trasplantaron la cara de Andrea Schneider tres años después de perderla durante un intento de suicidio con un rifle.

Mayrit, explica Leiro, fue el nombre del asentamiento medieval que dio lugar a la capital. Significa “tierra rica en agua”, una metáfora del Madrid que el director quiere reflejar, el grupo de jóvenes creadores “que nutre y enriquece la ciudad”, un movimiento caracterizado por “la ilusión, la capacidad de trabajo, las ganas y las pasión por generar contenido con identidad”.

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