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Realidad adolescente sobre un escenario

Una obra de teatro documental construida con el relato de 40 adolescentes inaugura la nueva etapa del Teatro Galileo

Momento de la obra de teatro 'Fiesta, fiesta, fiesta'.
Momento de la obra de teatro 'Fiesta, fiesta, fiesta'.SANTI BURGOS

En estos tiempos de patriotismo político y reivindicación identitaria, de banderas colgadas de balcones y en alguna que otra muñeca, la dramaturga Lucía Miranda se pregunta “¿qué es la identidad individual y colectiva, esa que construye un país y una comunidad?”. No solo se lo pregunta a ella misma, también dirigió estas y otras cuestiones a alumnos de un instituto público, a sus padres y madres, y a docentes y trabajadores de ese centro. En total, 40 entrevistas que dieron como resultado la obra teatral Fiesta, fiesta, fiesta que arrancó ayer en el Teatro Galileo (hasta el 25 de enero).

En este espectáculo de teatro documental (también conocido como verbatim) todos los personajes son reales, aunque tienen otro nombre. Sus historias narran un día en la vida de un instituto español cualquiera, en la que la diversidad racial y cultural se impone como realidad. “Existe una desconexión total por parte de muchas producciones teatrales o audiovisuales con lo que está ocurriendo hoy en día, muchos adolescentes y jóvenes no se ven representados en ellas”, denuncia Miranda que también dirige esta obra. Anahí Beholi, una de las actrices que encarna a varios personajes, añade: “España ya no es únicamente blanca y esto tiene que dejarse claro”.

Fiesta, fiesta, fiesta habla también –como cabe esperar– de la adolescencia, del sistema educativo español o del conflicto intergeneracional. Vio la luz por primera vez en 2016, cuando su autora entendió que era necesario reflexionar sobre este tema de las identidades en un momento en el que “se hablaba mucho de las autonomías, su competencia en educación y la toma de decisiones sin haber pisado un instituto”.

Miranda es la fundadora de The Cross Border Project, un proyecto que combina teatro y educación que nació en 2010 durante su estancia en Nueva York. “Allí sí que se trabaja mucho la herramienta teatral en los centros educativos”, dice la dramaturga, “pero aquí no se explota lo suficiente porque el teatro todavía se percibe como ese espectáculo que busca meramente entretener”.

Fiesta, fiesta, fiesta –Premio El Ojo Crítico RNE de Teatro 2018 y finalista a la mejor autoría teatral de los XXII Premios Max– es la primera obra de teatro verbatim de Miranda. Esta tipología de teatro reproduce palabra por palabra testimonios reales y se utiliza principalmente para tratar temas sociales. En el caso de esta obra, que inaugura la nueva etapa del Teatro Galileo, el 95 por ciento del texto es una transcripción directa de estas entrevistas y el 5 por ciento está ficcionado o dialogado con base a las historias que contaron sus protagonistas, cuyas identidades no se revelan por una cuestión de seguridad.

“El teatro verbatim es un reto actoral”, dice Beholi y explica que en un principio solo recibieron un fragmento de los audios para preparar la audición. En este tipo de interpretaciones el lenguaje, la voz y la entonación son clave. Una vez que fueron finalmente seleccionados, el elenco (Huichi Chiu, Saturna Barrios, Ángel Perabá, Efraín Rodríguez y la propia Beholi) recibió el resto de audios, las transcripciones completas y pudieron conocer a los entrevistados. Para la actriz, otro de los retos fue encarnar a una adolescente. “Aunque para mí ha pasado mucho tiempo de mi etapa en el instituto, lo cierto es que no tardé en volver a revivir aquellos momentos. Meterme en la piel de una chica de 16 años es algo muy bonito porque la adolescencia es una etapa especial, llena de contradicciones, pero muy especial”.

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Miranda aclara que esta es una obra para todos los públicos. “Cuando somos adultos, si no tenemos adolescentes a nuestro alrededor, tendemos a desconectar con esta parte de la sociedad. Fiesta es una buena forma de reconectar con ellos”, afirma Miranda y añade que “el teatro verbatim tiene un tremendo potencial, que te permite entrar en mundos en los que no entrarías de otra forma y retratar otras realidades, hasta ahora ignoradas”. La dramaturga ya está trabajando en otro texto de teatro documental junto a Jordi Casanovas –autor de Jauría– “sobre la identidad, la lengua y Cataluña”. “Hasta aquí puedo contar”, concluye.

Un nuevo Teatro Galileo

El teatro público madrileño (Galileo,39) arranca una nueva etapa bajo la dirección de Juan Martín y la gestión de Teatros Luchana, que se hicieron con la concesión de este espacio el pasado verano. Como explican desde su departamento de comunicación, Teatro Galileo tendrá “una personalidad propia”, “un espacio de creación y exhibición de dramaturgia española contemporánea, prestando especial atención a los intereses, lenguajes y desafíos de los jóvenes”. Tras Fiesta, fiesta, fiesta, será el turno de otra obra teatral de temática adolescente, Malditos 16.

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