Andrés Corchero desnuda su alma en el Mercat de les Flors

El bailarín y coreógrafo de danza butoh Andrés Corchero vuelve al Mercat de les Flors después de nueve años de ausencia con dos emotivos solos, Absències en el que rinde homenaje a su padre desaparecido hace años y del que no pudo despedirse físicamente y La música del teu nom, que únicamente bailará el domingo a las 18 horas, tributo al desaparecido músico y amigo Joan Saura y en el que contará con la participación del grupo Trio Local, formado por Agustí Fernández, Liba Villavecchia y el guitarrista portugués Nuno Rebelo.

Honestidad, riesgo e inteligencia esculpen los trabajos de este creador. Trabajos íntimos, elegantes y herméticos. Corchero ha obtenido éxito con sus solos en los que baila en solitario como por ejemplo, Odori Gokoro, en el que recrea su experiencia con sus maestros de butho, Min Tanaka y Kauoh Ohno y otros en los que ha llegado al gran público a través de la calidad de su gesto sumado a la utilización de la palabra y la música en directo, como son su primer trabajo titulado A un poeta futuro con Feliu Formosa, quien recitaba versos de Gil de Biedma, A modo de esperanza con el compositor y pianista Agustí Fernández o el intenso Inovacions que a la colaboración de Fernández sumó la del cantante Miguel Poveda, interpretando versos de algunos de los mejores poetas catalanes. También ha realizado piezas en grupo de una gran belleza como son Return to Absence junto al colectivo Oguri y Arcane y My Neighbor Sky junto a Oguri.

En Absènsia que puede verse en el Mercat todavía hoy sábado el protagonista absoluto es el gesto interiorizado y la expresiva mirada cargada de dolor de Corchero. Es una pieza de una intensa fuerza interior, esculpida por el dolor de la pérdida de un ser querido. En esta obra palpita la presencia de otro solo, Padre, que el artista creó hace años, también en memoria de su progenitor.

El vocabulario coreográfico del autor está marcado por la danza butho pero también por el gesto contemporáneo que en esta ocasión toma mayor protagonismo que en obras anteriores. Esa contemporaneidad hace más compresible los sentimientos del bailarín que desnuda su alma sin pudor. Dolor, ternura y amor trenzan un mosaico de emociones.

En esta ocasión Corchero también utiliza la poesía para expresarse, concretamente dos poemas de la norteamericana Sharon Olds, referentes a la figura paterna, uno de ellos se oirá en off y otro es recitado por la hija de Corchero en escena, Rita, que baña la pieza de una familiar ternura.