La llegada de menores migrantes cambia de tendencia y cae el 42%

Un total de 2.140 menores migrantes sin referentes familiares han llegado este año a Cataluña, lo que supone un 42% menos que el año pasado, cuando se registraron 3.700 llegadas a los sistemas de protección. Los datos del Departamento de Trabajo de la Generalitat —hasta el 15 de diciembre— indican que el descenso se ha producido, sobre todo, en la segunda mitad del año.

En los primeros cuatro meses, de hecho, se mantuvo la tendencia ascendente y la llegada de menores extranjeros no acompañados fue incluso superior al mismo periodo del año anterior: 785 frente a las 555 de 2018. El verano de este año —cuando se suele alcanzar el pico de llegadas— ya fue más suave que el del año anterior. La tendencia se consolidó en los meses finales del año. Enero ha sido el mes con más accesos al sistema de protección de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA): 238 frente a los 222 de julio o los 235 de agosto.

La mayoría de los menores migrantes que han llegado a Cataluña (41,2%) tiene 17 años, por lo que pronto dejarán de estar tutelados y de disfrutar de las medidas de protección del Gobierno catalán que, según han denunciado los sindicatos de forma reiterada, resultan insuficientes. En los últimos años, la Generalitat se ha escudado en el aumento considerable de la llegada de menores sin apoyo familiar para responder a las críticas por la falta de plazas y de recursos para estos migrantes. El segundo grupo de edad con más llegadas es el de 16 años (34,1%) seguido por los de 15. El 20% de los menores está siendo atendido en la ciudad de Barcelona y otro 30% largo, en la provincia de Barcelona.

Según las cifras de la Generalitat, el sistema de protección catalán atiende en estos momentos a 4.215 jóvenes y niños migrados solos. La inmensa mayoría de ellos (96%) son varones. Por orígenes, predomina Marruecos (78%), seguido del África subsahariana (14%) y el resto del Magreb (4%).