Vox reta a PP y Cs al negarse a apoyar su rebaja de impuestos
El único socio del Gobierno de PP y Ciudadanos rechaza su medida estrella y pide nuevos Presupuestos
Vox ha anunciado este martes una enmienda a la totalidad del proyecto de rebajas impositivas impulsado por el Gobierno que formaron con su apoyo el PP y Cs. La decisión del único socio posible del Ejecutivo fue todo un recordatorio de su dependencia de la extrema derecha. “El proyecto es una argucia para encubrir su fracaso político, la prórroga de los Presupuestos”, ha explicado Rocío Monasterio sobre el plan de Isabel Díaz Ayuso, que afecta a 30.000 contribuyentes y tiene un impacto de 16 millones.
El día que Díaz Ayuso (PP) e Ignacio Aguado (Cs) celebraron sus primeros 100 días de Gobierno conjunto, Monasterio (Vox) declinó la invitación a la ceremonia. La ausencia del único socio del Ejecutivo de coalición constató el distanciamiento entre los tres partidos, profundizado por el apoyo de Vox a la comisión de investigación de Avalmadrid. También reflejó que la alianza no está funcionando en Madrid con la misma sintonía que en Andalucía, donde ya hay acuerdo presupuestario para 2020. Y avanzó que la extrema derecha no veía ningún guiño en el proyecto de rebajas impositivas patrocinado por el PP y Cs, que previsiblemente no saldrá adelante sin su apoyo.
"Nuestros votos hicieron posible que Díaz Ayuso sea presidenta. Ahora, quien tiene que cumplir con el acuerdo de investidura es el Gobierno de PP y Cs", ha recordado Monasterio sobre un pacto verbal y de contenido lo suficientemente difuso como para poner de acuerdo a tres partidos a los que solo une el deseo de impedir que gobierne la izquierda. "Hasta la fecha, lo único que ha habido por parte de los socios de Gobierno es desplantes e incumplimientos con Vox", ha asegurado sobre el registro de la enmienda a la totalidad, adelantado por Telemadrid. "Los obstáculos son el señor Aguado y una parte del PP", ha acusado. Y ha rematado: "La mejor manera de bajar impuestos es hacer unos nuevos presupuestos. Lo demás es tomar el pelo a los madrileños. La rebaja que se proponía ni siquiera compensa el gasto de crear nuevas consejerías. No vamos a ser partícipes de un juego de trileros".
A principios de otoño, el PP y Cs anunciaron su intención de prorrogar temporalmente las cuentas públicas con el argumento de que la inestabilidad política y la falta de un Gobierno en La Moncloa convertían en papel mojado cualquier cálculo. La dirección de Vox, según una fuente del partido, interpretó otra cosa: con la campaña de las elecciones generales en el horizonte, y la extrema derecha subiendo como la espuma en las encuestas, los dos socios pretendían arrebatarle un arma argumental con la que seducir a más votantes. En el trasfondo, una realidad incontestable: el Gobierno de Díaz Ayuso tendrá que agradar al grupo de Monasterio para aprobar cualquier proyecto, incluido el de las cuentas públicas.
Desconcierto en PP y Cs
Vox dejó claro ayer que intentar neutralizar su capacidad de influencia a través de reformas parciales no es una opción.
"No sé muy bien qué persigue", ha lamentado Aguado, el vicepresidente regional, de Ciudadanos. "La última cosa que nos esperábamos es que votara en contra de bajar impuestos, a lo mejor quiere subirlos en la Comunidad", ha ironizado, reflejando que el Gobierno daba por descontado el apoyo de Vox. "Cada vez son más imprevisibles".
"Yo no lo entiendo", ha coincidido Alfonso Serrano, el portavoz parlamentario del PP. "No sé si es porque es una iniciativa de Ayuso o porque quieren poner palos en las ruedas, y tienen que entender que el adversario de Vox no es el PP ni Cs, sino que está enfrente y que tenemos que unirnos en lo que tenemos común: la bajada de impuestos".
Esa medida está recogida en el acuerdo que une al PP con Cs, y en la propuesta que a su vez les hizo Vox a los socios gubernamentales. Sin embargo, el límite del acuerdo está en no aumentar el endeudamiento de la Comunidad. En paralelo, crece la incertidumbre económica. Y Vox aprieta para que el Gobierno haga realidad alguna de sus propuestas: por ejemplo, eliminar organismos, o reducir el número de consejerías —aumentado por el Gobierno de coalición—.
Han pasado ya cuatro meses desde que Díaz Ayuso fue elegida presidenta con los votos de PP, Cs y Vox. Desde entonces, los tres partidos viven rodeados de incógnitas. Ayer, Vox retó al Gobierno a negociar los Presupuestos.
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