_
_
_
_
MADRID ME MATA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un acto de bondad

Votar me parece uno de los actos más hermosos que existen, sigo creyendo en su valía

Elvira Sastre

El fin de semana se presenta frío en Madrid, pero quién sabe. Hay nubes y de pronto caen gotas enormes que al chocar contra el suelo suenan como cantos rodados. Me apasiona ese momento costumbrista tan urbano en el que uno se asoma al balcón para ver qué es eso que suena y se encuentra al vecino de enfrente haciendo lo mismo, buscando un motivo, para después entrar de nuevo en el salón, cerrar con fuerza la ventana y exclamar "qué loco está el tiempo".

Urnas con motivo de las elecciones generales del 10 de noviembre.
Urnas con motivo de las elecciones generales del 10 de noviembre.EUROPA PRESS

Me gusta observar a la gente, adelantarme a sus movimientos, comprobar in situ lo escandalosamente iguales que somos todos, aunque pensemos que no es así. Apenas nos diferencian un par de detalles, por mucho que nos empeñemos en lo contrario. Quizá si acentuáramos lo que nos acerca y no lo que nos separa podríamos encontrar un lugar donde vivir todos tranquilos.

El caso es que dan frío, pero entonces una sale a la calle y hace calor, el abrigo sobra, el metro asfixia. Y no sabe bien a qué atenerse. El domingo hay elecciones, una palabra que antes ilusionaba y ahora provoca hastío. Sin embargo, es la primera vez que voto en persona en Madrid desde que me empadroné en la capital. Apenas recuerdo la última ocasión en la que lo hice porque ya no se puede contar de cuatro en cuatro, pero las últimas han sido siempre por correo porque me han pillado fuera de la ciudad. Esta vez no, y esa es una de las cosas que le dan a esta cita algo de emoción. Otra: la necesidad de un movimiento, de tener al menos una razón para protestar si las cosas no se hacen bien.

Votar me parece uno de los actos más hermosos que existen, sigo creyendo en su valía, sigo pensando que todo se decide en un acto tan arcaico como meter un sobre en una urna. Las manifestaciones, los mensajes en redes cargados de rabia, las canciones o los poemas sociales, las conversaciones críticas en las reuniones de amigos, las lágrimas que se vierten al ver las noticias: todo eso es polvo si el domingo no se ejerce el derecho al voto.

Por mi parte, me he dado cuenta de dos cosas. La primera es que es muy fácil hacer las cosas mal, pero tremendamente complicado hacerlas bien. Por eso hay que proteger la bondad y rechazar la maldad. La segunda es que es difícil, si no complicado, saber siempre lo que uno quiere y estar de acuerdo en todo con algo o alguien cuando ni siquiera lo estamos con nosotros mismos. Sin embargo, es sencillo saber lo que no queremos, lo que no nos gusta, lo que no aceptamos.

Con esas dos premisas voy a acercarme al colegio de mi barrio, donde me toca esta primera vez, a colocar mi papeleta donde debe estar. Haga frío, sol o caigan piedras del cielo. Porque es mi derecho, mi poder, un acto de bondad, de rechazo y de defensa. Espero que ustedes hagan lo mismo. Madrid me mata.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_