El secesionismo protagoniza otra gran marcha aunque la protesta acusa el desgaste

Decenas de miles de personas han reiterado este sábado en Barcelona, tras dos semanas de protestas, su rechazo a la condena a los líderes del procés. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural han reunido a un centenar de entidades y a 350.000 personas, según la Guardia Urbana. En un contexto de división entre los partidos separatistas, que han dejado que el pulso se libre en la calle, los organizadores han celebrado que se mantenga “la movilización permanente”, pese a ser la cifra más baja de asistentes a las grandes marchas soberanistas en los últimos ocho años.

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La manifestación de este sábado, en la calle Marina de Barcelona, ha culminado dos semanas de intensas protestas que empezaron tras la sentencia del Tribunal Supremo, incluidas una convocatoria de huelga general y varias noches de violentos disturbios en las calles.

Durante toda la jornada, los partidos políticos y las entidades independentistas han escenificado la búsqueda de la unidad en el rechazo a la sentencia. Por la mañana, las instituciones catalanas, en un encuentro con 800 alcaldes, han hecho una demostración de fuerza, encabezadas por el presidente de la Generalitat, Quim Torra. Por la tarde, las entidades y asociaciones han ideado un lema amplio y una marcha “inclusiva”, y han invitado también a asociaciones no independentistas para mostrar que la movilización sigue en la calle y para pedir la libertad de los presos. Al inicio de la marcha, Torra ha asegurado que trabajará para “ejercer el derecho de la autodeterminación”.

La cifra aportada por la Guardia Urbana es la más baja de las grandes manifestaciones soberanistas de los últimos ocho años. El punto álgido fue en la Diada de 2014, que reunió a 1,8 millones de personas, según la policía local. Este sábado han sido 350.000, menos que en la protesta del pasado viernes 18 de octubre, que coincidió con la huelga general y reunió a 525.000 personas, según la misma fuente. Y menos que la marcha por la libertad de los presos en noviembre de 2017, que se celebró en la misma calle y a la que acudieron, siempre según la Guardia Urbana, 750.000.

Al finalizar la manifestación, los convocantes han criticado a la policía local. El vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, ha acusado al PSC, que gestiona la Guardia Urbana en el Ayuntamiento, de rebajar la cifra de manifestantes. “Es evidente, mañana [por hoy] el PSC convoca una manifestación, y están utilizando a la policía para manipular la cifra de asistencia de hoy, y esto es inadmisible”, ha afirmado Mauri. El teniente de alcalde y responsable de Seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle, ha expresado en Twitter que es "una insidia" sugerir que la Guardia Urbana ha manipulado las cifras, y ha defendido que en todas las manifestaciones se usa el mismo método. 

La dimensión de la manifestación ha contrastado con la tímida concentración, por la mañana, de la plataforma ¿Hablamos?, que defiende el diálogo entre las instituciones catalanas y españolas. Solo ha reunido a un centenar de personas en la plaza de Sant Jaume, mientras que en 2017 había conseguido agrupar a 5.000 manifestantes, informa Javier Íñiguez. El constitucionalismo medirá hoy su fuerza, en una marcha convocada por Societat Civil Catalana a la que se han sumado PSC, PP y C’s.

Los organizadores de la protesta de este sábado la habían pensado como un espacio en el que, más que reivindicar los objetivos independentistas, se mostrase el rechazo a la sentencia. Sin embargo, los gritos de “independencia” de los manifestantes, venidos de varios puntos de la geografía catalana en hasta 400 autocares, ha mostrado que las reivindicaciones secesionistas siguen vigentes. También lo ha expresado Torra, que ha agradecido la asistencia de los manifestantes y su defensa de los derechos, “y, sobre todo, de la independencia”. Los dos sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, no se han sumado oficialmente a la marcha, aunque han respetado que sus afiliados participasen. UGT de Cataluña, cuyo secretario general, Camil Ros, sí ha acudido a la manifestación, había enviado un comunicado en el que animaba a sus afiliados a participar.

Los manifestantes han llamado a la unidad de los partidos para conseguir la independencia, tras las divisiones que han traslucido en las últimas semanas de intensas protestas en la calle. La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzié, ha avisado de que “a más represión, habrá más movilización”. “Quieren que tengamos miedo, pero seguiremos trabajando por la independencia”, ha afirmado. También ha habido críticas a Torra por parte del diputado de la CUP Albert Botran, que ha llamado a la “movilización permanente” y ha asegurado que la marcha es “un toque de atención al Govern”. Según la CUP, el Ejecutivo de Torra “no ha estado a la altura” en su respuesta a la sentencia, y ha participado, con los Mossos, en la “represión” de las protestas y disturbios de los últimos días.

Al finalizar la manifestación, muchos de los participantes se han dirigido al que precisamente ha sido el epicentro de los disturbios de los últimos días. Una concentración convocada por los CDR frente a la Jefatura de la Policía Nacional, en Via Laietana, ha reunido a miles de personas. Los concentrados han lanzado pelotas de goma y otros objetos a la policía para protestar contra las detenciones y las cargas de las fuerzas de seguridad. Los lanzamientos han provocado momentos de tensión con los agentes antidisturbios, que han cargado en varias ocasiones, informa Alfonso L. Congostrina.