La Comunidad paga otro medio millón por el negocio ruinoso de la M-45
La Justicia obliga al Gobierno a abonar retrasos a las concesionarias de un proyecto que iba a costar 500 millones y se ha disparado a los 2.000
La Comunidad de Madrid pagará otros 540.585 euros por retrasos en el pago del canon de la M-45, una autopista en la que se habrán gastado más de 2.000 millones de euros cuando acabe la concesión, pese a que la obra les costó 500 a las constructoras. Así lo ha aprobado este martes el consejo de gobierno regional en cumplimiento de una sentencia de abril del Tribunal Superior de Madrid, según confirman a EL PAÍS fuentes de la consejería de Transportes.
La M-45 es una concesión bajo el régimen de peaje en sombra, por el que la Administración paga un canon mensual a la concesionaria en función del tráfico. Hasta ahora ha sido un negocio ruinoso para las arcas públicas. La infraestructura fue impulsada por el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón en 2002 para unir Carabanchel y San Fernando de Henares, conectando cuatro carreteras nacionales (A-2, A-3, A-4 y A-42). Los errores en el cálculo del valor de las expropiaciones necesarias para construir la carretera, y la actualización de los pagos a las concesionarias, dispararon el montante de la operación hasta los 2.000 millones, según reconoció en 2017 el entonces jefe de Área de Concesiones de la región, Carlos Millán. Como consecuencia, cada uno de los 36 kilómetros de la carretera costará 55,5 millones de euros para que circulen entre 78.000 y 90.000 vehículos diarios.
El coste también se disparó por la insistencia de los sucesivos gobiernos del PP en litigar agotando todas las instancias de recurso frente a las concesionarias, lo que derivó en el pago de costas e intereses de demora según se fueron acumulando los pleitos perdidos. Así, 30 de los 167 millones que ha pagado el Gobierno por sentencias judiciales se deben a esa razón.
En el caso del pago aprobado este martes (540.585 euros) los retrasos a los que se refiere esta sentencia son por 20 mensualidades en los años 2014, 2015 y 2016, cuando gobernaban Ignacio González y Cristina Cifuentes. En concreto, y según un portavoz de la consejería de Transportes, se refiere al tramo III de la M-45, entre la N-IV y la N-V, del que la concesionaria es Euroglosa 45.
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