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Una inmigrante enferma que no se salvó del naufragio venezolano

Muere Beatriz Nicolás, que viajó a Madrid como última esperanza para sobrevivir y acabó arruinada, asignada por el Ayuntamiento a un refugio donde vivió durante un tiempo rodeada de toxicómanos

Fernando Peinado
Beatriz Nicolás en noviembre del año pasado en el hospital Ramón y Cajal de Madrid, donde había sido ingresada de emergencia.
Beatriz Nicolás en noviembre del año pasado en el hospital Ramón y Cajal de Madrid, donde había sido ingresada de emergencia.VICTOR SAINZ

Beatriz Nicolás, una venezolana que viajó a España con la esperanza de lograr un trasplante de pulmón y acabó en un refugio rodeada de personas toxicómanas, falleció este martes en Cercedilla, Madrid, a los 53 años. Su enfermedad se había agravado y llevaba desde abril en la unidad de cuidados paliativos del Hospital La Fuenfría.

Tras su llegada a Madrid en julio de 2017 los médicos desaconsejaron la operación porque su estado de salud era demasiado delicado. Nicolás padecía una fibrosis pulmonar y no tenía opciones de sobrevivir en Venezuela, un país en declive donde faltan medicinas y suministros médicos básicos.

Había vendido su patrimonio y tenía unos ahorros que resultaron insuficientes. En noviembre del año pasado residía en un albergue de Madrid para personas sin hogar no adecuado para enfermos como ella. Había sido derivada allí por el Ayuntamiento, desbordado por la falta de plazas en el sistema de acogida municipal y regional. Nicolás se había arruinado y su salud era grave. Con todo, se mostraba agradecida. “Aquí tengo comida, techo y calefacción. En Venezuela estuviera muerta hace rato”, le dijo entonces a este periódico. Tras la publicación de un reportaje en EL PAÍS, fue trasladada a un centro para personas sin techo más apto para sus condiciones, gestionado por la fundación Rais en el barrio madrileño de Las Tablas.

Nicolás procedía de Barquisimeto, una ciudad a dos horas por carretera del mar Caribe. Había trabajado como profesora de arquitectura en la sede de Barquisimeto de la Universidad Central y tenía un pequeño negocio de bisutería. 

Era hija adoptada de la venezolana Raquel Baiz y el francés Robert Nicolás, un ingeniero que había trabajado para el Gobierno venezolano de la IV República, el régimen anterior al chavismo. Gracias a su padre tenía la nacionalidad francesa, lo que facilitó su llegada a España.

Era amante de las novelas de detectives, los animales y la costura. Sus amigos y familiares la recuerdan como una persona dulce y generosa. "Conseguía disipar miedos propios y ajenos con una tranquilidad pasmosa, preparar las palabras necesarias en los labios para casi cualquier cosa", dice Gema Pinazo, una periodista española que organizó campañas de recogida de fondos para comprarle una nueva silla de ruedas. Grupos de venezolanos en Madrid también se organizaron para acompañarla.

Después de años sin saber de ella, sus familiares francesas la visitaron recientemente en Madrid. Se enteraron de su padecimiento por el reportaje de EL PAÍS. No había querido ser una carga para ellos. A su sobrino Xavier Barret, un periodista deportivo en París, le sorprendió lo bien que hablaba francés y la tranquilidad con la que había aceptado su muerte. "Me dijo 'no tengo miedo de morir' pero me gustaría que fuera con dignidad". Acordó con ella que sus cenizas reposaran en Varigney, el pueblo de su padre, en el este de Francia.

Nicolás sabía que el 7 de septiembre iba a celebrar su último cumpleaños. Sacó fuerzas para recibir a sus amigos en su habitación del hospital en Cercedilla y se despidió de ellos con dulces.

Sus pocas pertenencias se las ha donado a su amiga Jenny Mujica. Espera venderlas y enviar el dinero a Venezuela para la quimioterapia de su madre, Ilda, de 72 años, a quien hace mes y medio le diagnosticaron una leucemia. 

Nicolás será incinerada este lunes a las 14:00 h en el cementerio de Dampierre-lès-Conflans, en Varigney. 

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Sobre la firma

Fernando Peinado
Es reportero de la sección de Madrid desde 2018. Antes pasó ocho años en Estados Unidos donde trabajó para Univision, BBC, AP y The Miami Herald. Es autor de Trumpistas (Editorial Fuera de Ruta).

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