Junqueras y Rovira revalidan su liderazgo en ERC pero dan más poder a Aragonès

Oriol Junqueras —en prisión preventiva desde hace 683 días por supuestamente haber cometido el delito de rebelión— y Marta Rovira —huida de la justicia española en Suiza— revalidaron este domingo como presidente y secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya. Ambos encabezaban la única lista que concurrió a las elecciones internas para elegir nueva ejecutiva y que ha recibido el 90% de los votos, con una participación de 57% de los militantes con derecho a voto (9087). La renovación de la ejecutiva entroniza al vicepresident Pere Aragonès y a la portavoz Marta Vilalta como líderes ante el posible escenario postsentencia del juicio al 'procés'.

“De esta jornada electoral salimos más fuertes, con unos nuevos liderazgos y reforzando el que ya existe en la prisión y en el exilio [en referencia a Junqueras y Rovira] y con un aval para seguir haciendo el trabajo”, ha dicho en la noche de este domingo, tras conocerse los resultados, Marta Vilalta, que ahora, además de portavoz de la formación, será adjunta a la Secretaría General.

En la votación estaban llamados a participar telemáticamente 9.087 militantes, de los cuales participaron un 57%. Vilalta ha sacado pecho de que la participación subiera 24 puntos comparada con la del anterior congreso, en 2014. Con todo, Esquerra es una formación asamblearia y más de un tercio de los militantes optó por no participar en la elección de la nueva cúpula.

El 90% apoyó la candidatura presentada por Junqueras y hubo un 8% de votos en blanco (499). El sistema permitía además poder medir el apoyo de cada uno de los 21 miembros de la lista. El presidente reelegido ha logrado más del 88% del apoyo. En el caso de Rovira, fue un poco más bajo, 86,7%. Lluís Salvadó ha sido quien obtuvo menos apoyo (un 71%), una muestra de que el escándalo por sus comentarios machistas revelados el año pasado le pasó factura entre las filas republicanas. En la votación también se eligieron a los miembros del consejo nacional, en un sistema que forzaba la paridad.

Tras la elección de la nueva cúpula, el partido celebrará antes del invierno un congreso programático que deberá rubricar el giro más pragmático de la formación, pasando de la presión por la vía unilateral a trabajar por ensanchar la base independentista. Un camino en el que cuentan con poca oposición interna, como demuestran los resultados de la votación, si bien algunas voces piden no aparcar de todo la posibilidad de una ruptura dura.

Este será el último período que Junqueras y Rovira tendrán en estos cargos, de acuerdo con los estatutos del partido. Si bien los dos reelegidos seguirán teniendo peso en las decisiones de la formación (como lo han hecho en los últimos tiempos) el día a día recaerá sobre Aragonès y Vilalta, que salen más fortalecidos. Para el también consejero de Economía se ha creado un puesto especial (coordinador nacional) y la actual portavoz será también adjunta a la secretaría general.

La nueva ejecutiva cuenta con 21 miembros (diez hombres y once mujeres), de los cuales dos tercios repiten en la estructura. Los republicanos hacen así una exhibición de orden frente al espacio neoconvergente, perdido en su reorganización entre los más cercanos a los postulados del expresidente Carles Puigdemont o de la visión más pactista de una parte del PDeCAT. O incluso de las nuevas candidaturas que quieren llenar el espacio catalanista sin descartar la apuesta por la independencia.

La dirección de Junqueras y Rovira ha llevado a Esquerra a sus cuotas más altas de poder. Los republicanos ganaron las pasadas elecciones generales en Cataluña y fueron la formación más votada en las municipales. Entre 2012 y 2018, sus militantes han aumentado un 40% y sus amigos (que hacen solo un aporte anual) se han doblado.