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PATIO DE VECINOS | SUSAN SANTOS

Susan Santos: “No puedo con las letras ni ritmo del reguetón”

La cantante de 'blues' actúa mañana en las Noches del Botánico

La artista Susan Santos, en la plaza de Zerolo de Madrid.
La artista Susan Santos, en la plaza de Zerolo de Madrid.Claudio Álvarez

Susan Santos es la pequeña de seis hermanos en una familia del barrio de San Fernando, en Badajoz, y sus padres siempre la tuvieron por la “niña buena” de la casa, la chavalilla aplicada y estudiosa que sacaba notas altas en todo y no sabía bien si matricularse en Arqueología o en Filología Clásica. Hasta que, justo con la mayoría de edad, sintió la llamada de la música y… se apartó del buen camino. “La primera guitarra acústica me la tuve que pagar yo sola, trabajando en un fábrica”, sonríe ahora. “Y la primera eléctrica, con la ayuda de estrangis de mi madre, porque papá temía que me convirtiera en una heavy…”. El salto a la vida artística y bohemia no le ha ido mal del todo: hoy, a las 37 primaveras, está afianzada en Madrid, acaba de grabar su ¡quinto! disco (No U Turn) y es una de las escasas mujeres en nuestra escena del blues. Un bicho raro, pero también brillante: hace unos meses se alzó en el Reino Unido con uno de los European Blues Awards, los grammy del sector.

¿Qué le dice a quienes aún ven el blues como un género monótono y reiterativo?

Que debe de haber escogido un disco equivocado. A poco que conozca la historia del blues y sus variedades por décadas y ciudades, caerá en la cuenta del error. Del blues nacen casi todas las músicas que han venido después.

Hombre, tanto como casi todas…

¡No, el reguetón no! [RISAS]A veces, cuando echo un vistazo a las listas de éxitos, me siento desubicada. De chavala triunfaban en la radiofórmula Los Rodríguez, que tenían su gracia, pero este tipo de productos actuales me ponen bastante mala. Y en el caso del reguetón, al margen de sus letras desafortunadas, no puedo soportar el propio ritmo.

Igual tenía que haber pertenecido a otra generación.

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No me lo he llegado a plantear: nací en 1982 y eso es algo que no eliges tú. Pero es cierto que regalé mi colección completa de cedés a uno de mis hermanos y ahora solo compro vinilos. No es solo por el ritual, aunque también; cuando escuchas The Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, en LP, te das cuenta de que todos y cada uno de los sonidos cobran sentido propio.

¿Ha tenido que escuchar en alguna ocasión que no toca del todo mal para ser mujer?

¿Alguna? ¡Muchas veces! Y más aún en pueblos o ciudades pequeñas, donde no es extraño que te pregunten: “¿pero sabes afinar tú sola?”. En Madrid es distinto, pero las primeras veces que acudía a jam sessions me miraban de reojo y no me dejaban ni subirme al escenario.

¿Qué echa de menos de Badajoz una vecina del barrio del Pilar?

A mis seis sobrinos, ante todo. Y respirar mejor: en Badajoz presumimos poco, pero somos una de las ciudades menos contaminadas entre las capitales de provincia sin mar. Pero ya no me veo regresando por allá. El concepto de ciudad pequeña en la que buscas empleo, casa, marido y niños no va conmigo.

Vamos, que la hija pequeña salió rebelde.

De alguna manera sí. A mí padre le gustaba la astronomía y también había por casa una guitarra y un acordeón viejos, pero no aceptó bien mi vocación tardía. Luego, cuando me instalé en Madrid y me contrataron un par de años para Las Mañanas de TVE 1, se fueron convenciendo. Hasta que un día mi padre me confesó: “Al final, pese a todas las trabas que te hemos puesto, tú tenías razón e hiciste muy bien en seguir tu camino”. Me sonó a despedida y lo era: estaba muy delicado de salud y nos dejó pocas horas después.

Uf. Eso estremece.

Sí, fue un gesto hermoso que también le he terminado contando a mis hermanos.

Ahora le sonríe la fortuna.

Tengo muchos más festivales fuera que en España, es cierto. En agosto y septiembre estaré de gira por Holanda, Italia, Polonia, Alemania e Inglaterra, y en octubre marcho a Jefferson, en Texas, porque me han nominado para los premios Texas Sounds, de country y derivados. Pero el nivel de la difusión cultural y musical es terrible. No sé qué será de nosotros dentro de diez años.

De Los Ángeles al Botánico

Susan llega de Los Ángeles y actúa mañana en las Noches del Botánico como telonera de Supersonic Blues Machine, el grupo de Billy Gibbons (ZZ Top). "Me descubrió el bajista de la banda por Internet y no paró hasta dar conmigo", revela. Desgranará No U Turn.

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