ERC fiscalizará “en positivo” el gobierno de la Diputación
La presidencia retira el lazo amarillo oculto bajo el tapiz del escudo del ente
Los diputados de ERC se abstuvieron ayer en las votaciones de la Diputación de Barcelona en la que fue su primera sesión de organización del gobierno del ente supramunicipal. “Nosotros nos abstendremos en este punto y en todo lo que tenga que ver con la organización de la Diputación porque nosotros no lo hubiéramos hecho así. Naturalmente que lo respetamos y les avanzamos que fiscalizaremos su gobierno desde un punto de vista positivo y propositivo”, afirmó el republicano Dionis Guiteras. Después del enfrentamiento abierto entre ERC y Junts por el pacto de los neoconvergentes con los socialistas en la Diputación, las aguas bajaron ayer tranquilas en el pleno. Solo hubo alguna ironía por parte de Guiteras: “Intentaremos que aquellas cosas que empezamos en el gobierno anterior con nuestros socios —Junts per Catalunya — y que ahora forman parte del suyo y que creemos que pueden ser interesantes, se puedan aprovechar en beneficio del mundo municipal”.
Fuentes del gobierno del ente supramunicipal apuntaron que pasada la tormenta que levantó el acuerdo sociovergente, las relaciones con ERC son correctas porque a todos los interesa que el trabajo de la Diputación revierta en todos los ayuntamientos, muchos de ellos gobernados por alcaldes republicanos. En la sesión de ayer no se hizo mención al hecho de que el lazo amarillo estuviese colgado en uno de los balcones del edificio, aunque oculto bajo el tapiz de escudo de la institución. El lazo —invisible desde la calle— fue colocado por decisión de la anterior presidencia de la Diputación, compartida por los neoconvergentes Mercè Conesa y Marc Castells. A última hora de la tarde de ayer, no obstante, el actual equipo de la presidencia de la socialista Núria Marín, retiró el lazo.
La Diputación aprobó en la sesión las ocho áreas competenciales de su gobierno: cinco en manos de los socialistas y las otras tres de sus socios de Junts per Catalunya. Tendrá en este mandato cuatro vicepresidencias que se han repartido entre los dos: los socialistas Jaume Collboni y Núria Parlon (primera y cuarta, respectivamente) y los neoconvergentes Carmela Fortuny y Ferran Mascarell, segunda y tercera.
Mascarell, que reconoció a este periódico que hubiera preferido un gobierno de signo independentista en la Diputación de ERC más Junts y que él era partidario de revertir el pacto con el PSC pero que no tenía objeción en formar parte de la coalición con los socialistas, concretó ayer que optará por la retribución como vicepresidente de la Diputación (93.672 euros anuales) y renunciará a la de concejal de la oposición del Ayuntamiento (56.400 euros). Una opción que, dijo, podría modificar en un futuro. No dijo cuándo.
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