Orden de detención para dos acusados del clan de Los Morones por plantar al tribunal
El juez suspende la vista prevista para este martes en los juzgados de Pontevedra en medio de fuertes medidas se seguridad
Era un plantón anunciado. El juicio contra cuatro miembros de la familia de Los Morones por los delitos de atentado a la autoridad y obstrucción a la justicia ha quedado suspendido este martes en los juzgados de Pontevedra por la ausencia de tres de ellos. El juez ha ordenado la detención de Juan Pablo y Marino Giménez, hermanos de Sinaí Giménez, líder del clan, y ha pedido un informe forense para valorar si son ciertos los motivos de salud aducidos por una de sus hermanas para no comparecer en el juicio.
La vista ha quedado aplazada para octubre. Los cuatro acusados se enfrentaban al primero de los tres juicios pendientes contra el clan, con penas de hasta seis años de prisión por provocar un tenso altercado a las puertas del juzgado de Tui en 2014 y de agredir a un abogado y a seis guardias civiles cuando intentaban reducirlos.
Fuentes judiciales ya barajaban antes del juicio la posibilidad de que Juan Pablo Giménez no compareciera, ya que desde hace más de un mes lo busca la Guardia Civil como uno de los dos supuestos autores de los disparos que hiriieron de gravedad a dos jóvenes en O Porriño. Los tiros interrumpieron una fiesta de despedida de soltera que celebraban varias familias pertenecientes al grupo de los Zamoranos que desde hace años vienen denunciando constantes acosos y agresiones en los mercadillos por parte de Los Morones que serán juzgados por ello.
En medio de un amplio despliegue policial llegó a los juzgados Sinaí Giménez."Todos estamos tranquilos porque nada de lo que se dice es cierto", dijo el proclamado “rey de los gitanos”. Con la presencia de unos veinte agentes de distintas unidades de la Policía Nacional, el líder de Los Morones comentó que “la presión la aguanto perfectamente”.
Propuesta de "paz"
En vísperas del juicio por los altercados en el mercadillo de Cangas previsto para la próxima semana, la Sociedad Gitana de Galicia, a la que pertenecen los Morones, difundió un comunicado con “una propuesta de paz” dirigida a la familia de los Zamoranos.
Es la segunda propuesta que hacen Los Morones a los Zamoranos después de que la primera, firmada en 2014, haya quedado en papel mojado. “Tendemos de esta forma la mano para tratar de terminar con las tensiones existentes entre las dos familias”, dice el comunicado en el que ponen condiciones para “firmar la paz”. “Los gitanos gallegos retirarían todas las denuncias y acusaciones contra los gitanos zamoranos (…) y además se negarían a declarar en el acto del juicio del próximo día 1 de julio por la reyerta de Cangas”, dice el comunicado. Y piden a los Zamoranos que hagan lo mismo.
También ponen límites a los mercadillos y le ofrecen a los Zamoranos los doce que se celebran en el Baixo Miño que quedarían vedados para Los Morones: “Estos no acudirían a trabajar ni a realizar actividades de ocio, como salidas, tomar copas, celebraciones, etc. dejando esos espacios exclusivamente reservados para los gitanos zamoranos a fin de evitar cruces entre las diferentes familias, al menos a corto plazo”.
El abogado de los Zamoranos, Alfredo Iglesias, ha informado en un comunicado que recibió la propuesta a través de los letrados que defienden a Los Morones “para que no testificasen contra ellos en el juicio, ofreciendo a cambio el cese de las hostilidades y un acuerdo para repartirse los mercadillos de la provincia de Pontevedra”. “Una actitud más propia de la mafia”, ha lamentado Iglesias, "olvidando que los vendedores ambulantes que represento son gente de bien, personas pacíficas que nunca han presentado denuncia contra Los Morones y su entorno, al contrario, llevan años sufriendo sus amenazas, hasta ahora resignadamente”.
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