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ME BAJO EN CALLAO
Columna
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Martínez-Almeida, si la hace ¿la paga usted?

No dudo que el nuevo alcalde traiga en sus alforjas sanas intenciones en favor de los madrileños; pero una cosa son las intenciones, y otra, los negocios

Nieves Concostrina
José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, retratado durante la pasada campaña electoral.
José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, retratado durante la pasada campaña electoral.ÁLVARO GARCÍA

No dudo que el nuevo alcalde presidente de la capital traiga en sus alforjas sanas intenciones en favor de los madrileños; pero una cosa son las intenciones, y otra, los negocios. Viendo el rastro de corrupción, comisiones y trampas que ha dejado el Partido Popular en Madrid, hay pocas esperanzas en que el regidor que ha salido de la tómbola ponga por delante la salud y el bienestar de los madrileños antes que el dinero.

Ojalá pudiera tragarme mis palabras. Ojalá.

En esta ciudad ya no estamos tan despistados como cuando sus colegas de partido, los defenestrados y manirrotos Botella y Gallardón (qué bochorno cargar con tan mala reputación) eliminaban medidores de contaminación de los lugares donde se daban los niveles más altos de dióxido de nitrógeno. Por si no ha oído hablar de este veneno, le indicó que es un gas tóxico que afecta a las vías respiratorias. Seguro que recuerda, señor Martínez, que de los 15 puntos con los peores registros de contaminación, sus homólogos suprimieron 11. Dígame si eso no es llamarnos gilipollas a los madrileños. Ustedes perdonen (o no), pero es el calificativo que mejor nos define; idiotas es muy duro, y panolis suena cándido.

Como en esta ciudad todo cuela, se creyeron Gallardón y Botella que la Comisión Europea era tan gilipollas como los madrileños, así que, cuando exigió ver las mediciones de contaminación de Madrid, ellos instalaron su mesita, pusieron tres vasitos boca abajo, los movieron todo lo rápido que supieron y dijeron eso de… ¿dónde está la pelotitaaaaa?

Bruselas tardó siete años en darse cuenta de que los dos exalcaldes eran unos aficionados con esto del trile, pero cuando abrió una investigación por maquillar la contaminación y destapó el fraude, fue contundente: si el Ayuntamiento de Madrid intentaba de nuevo trampear o volvían a subir los niveles de dióxido de nitrógeno, la multa sería de entre 400 y 500 millones de euros.

Así que, señor Martínez, desinfle el discurso con la bajada de impuestos, porque si Bruselas nos da el palo con el que nos avisa, será que usted también nos está tratando como si fuéramos gilipollas. Solo que ahora estamos avisados, y esperamos que si la hace, la pague.

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Y ya que estoy liada, permítame otro asunto señor Martínez: usted sabe, como sabemos todos, que las quejas de algunos comerciantes respecto a que les habían bajado las ventas por Madrid Central son más falsas que un euro de madera. No cuela ver todas las calles del centro petadas de peatones (insufrible a veces la riada) y pretender engañarnos con eso de que han perdido ventas solo porque el centro no está atascado. Usted podrá revertir Madrid Central, pero mientras no revierta también el comercio “on line”, estarán en las mismas.

Eso sí, cuando usted deje la alcaldía, los comerciantes no habrán ganado ventas, los madrileños habremos vuelto a hacer el gilipollas y estaremos un poquito más enfermos.

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