Un juez investiga la falta de personal en la residencia de mayores de Alcorcón
Un grupo de 15 empleadas denuncia que no pueden atender a los ancianos de forma adecuada
Un grupo de trabajadoras de la residencia de mayores de la Comunidad de Madrid en Alcorcón ha denunciado en los juzgados de la localidad la escasez de personal “crónica” que sufre el centro. Las empleadas aseguran que no logran atender a los 275 residentes y que se están produciendo numerosas bajas por problemas físicos y psicológicos. El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción ha abierto diligencias y ha pedido al Gobierno regional que les remita toda la documentación de la residencia. Fuentes de la Consejería de Políticas Sociales y Familia niegan que existan “problemas de personal”.
La quincena de trabajadoras denunciantes son técnicos en cuidados de enfermería (TCAE) en la residencia de mayores de Alcorcón, situada en la avenida de Esteban Márquez. Pertenece a la Agencia Madrileña de Asuntos Sociales (AMAS). En la actualidad, cuenta con 275 residentes, algunos de los cuales son grandes dependientes. Las empleadas argumentan en su denuncia que falta bastante personal y que son incapaces de poder atender todas las necesidades del centro, como “atender y realizar aseos, comida, reparto de medicación, cambio de pañales y vigilancia de los residentes”.
Aseguran que ha habido una sola trabajadora para 20 residentes en la planta 3ª A. La situación es tan grave que una TCAE ha estado al frente de día con 35 enfermos de alzheimer, al faltar dos días a la semana el terapeuta ocupacional. “Nos hacemos cargo del reparto y de la administración de la medicación, no pudiendo garantizar que se haga de forma segura”, añade la denuncia. También argumentan que no pueden hacerse responsables de la seguridad ni de una correcta atención de los residentes, “por la presión y el abandono” que viven y por “la falta tan abrumadora de personal”.
También denuncian “dejación de funciones” y “abuso de poder” al estar sometidas a “este estrés y lamentables condiciones” que les provocan lesiones físicas y psicológicas permanentes. “Y abusan también de los residentes, que por su estado físico y mental, están incapacitados para poder denunciar la situación en la que viven”.
Una de las denunciantes, Elena Romero del Moral, aseguró ayer a EL PAÍS que en la residencia no se cumple ni la ratio mínima exigida en una residencia de este tamaño. “Cada vez vamos a peor. No podemos dar ni calidad ni casi lo fundamental. Estamos recibiendo cartas donde se nos obliga a ir a trabajar por necesidades del servicio”, afirma la empleada. Según sus datos, han llegado a estar de baja 15 de las 36 personas del turno de mañana.
Algunos residentes consultados por este periódico confirmaron que notan desde hace tiempo la falta de personal, sobre todo en los turnos de mañana y de noche. Eso sí, no dan sus nombres por miedo a represalias. “Más de una vez nos dicen que no pueden levantarnos porque se han roto las grúas. Otras veces les faltan los pañales”, afirmó un mayor. “La comida es bastante mala y a veces pasa mucho tiempo entre que nos sirven un plato y otro”, añadió otro residente.
Oficio a Políticas Sociales
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Alcorcón, Agustín Carretero, ha admitido a trámite la denuncia con la apertura de diligencias previas y ha librado un oficio a la AMAS “a fin de que se informe sobre los hechos denunciados y, en su caso, de medidas adoptadas”.
El director de la residencia declinó hacer declaraciones sobre la denuncia y remitió toda la información a la Consejería de Políticas Sociales y Familia. Un portavoz de este departamento regional mantuvo que no se ha producido “esa falta de atención a los residentes”. También argumentó que el centro de Alcorcón “mejora ampliamente” la ratio establecida por la normativa estatal en lo referente al número de profesionales por residentes del centro: 0,9 en la residencia frente a la normativa que recoge 0,47. Pese a ello, la plantilla se incrementó en 17 nuevas plazas en 2018 y está previsto que este año crezca otros 13 más.
Según el portavoz, en esta legislatura se han gastado más de 30 millones de euros en la residencia en gastos de personal, corrientes e inversiones. “Se ha destinado más de 1,3 millones a la mejora de infraestructuras y climatización. En la encuesta de satisfacción de 2019, los residentes evaluaron los servicios del centro con más de 7,5 puntos sobre 10”, afirmó el portavoz regional.
El precedente de un muerto en soledad
La residencia de mayores de Alcorcón ya fue investigada por el mismo juez hace dos años cuando un hombre de 82 años fue hallado sin vida en un banco del jardín. Pasó allí toda una noche sin que nadie le echara en falta.
El hombre salió a los jardines interiores el sábado 9 de abril de 2017 poco antes de la cena, tras haber estado jugando al dominó. Cuando sirvieron la cena, su compañero de mesa alertó de que no había acudido. Nadie le dio importancia. Tampoco le echaron de menos a la hora de acostarlo ni a la mañana siguiente, durante el desayuno.
El juez Agustín Carretero abrió una investigación y, tras llamar como imputadas a tres empleadas, lo archivó por ausencia de delito.
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