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De un ‘congreso’ antifascista a un Elvis Presley chino

El CCCB abre el Primera Persona con la 'confesión' del mítico cronista musical Nik Cohn, 'inventor' de Toni Manero

Carles Geli
El mítico cronista musical Nik Cohn 'inventor' de Toni Manero.
El mítico cronista musical Nik Cohn 'inventor' de Toni Manero.

En el Primera Persona suele darse algo no tan frecuente como cabría presuponer en todo evento literario-musical: un clima íntimo. A la primera de cambio, se alcanzó la tarde-noche del viernes. Arrancó con un deber moral hoy: un acto bautizado Antifascista. Era chocante: el attrezzo de globitos, juegos de playa y un caballito multicolor arrancado de un tiovivo (el festival quiere ser una “feria de variedades del relato vivido”) no afectó a la sobria gravedad del discurso de los participantes. “En 1999, la Democracia Cristiana austriaca no hizo cordón sanitario y pactó con la ultraderecha y la Unión Europea le impuso sanciones diplomáticas; hoy se pacta como se pacta y la UE no dice nada”, señaló la politóloga Helena Castellà, que alertó del “blanqueo” del discurso ultra que hacen los partidos parlamentarios y los medios al asumirlo. El fotoperiodista Jordi Borràs retomó el hilo con el andaluz trío PP-Ciudadanos-VOX y “las cobras” del PSOE y sostuvo que “la extrema derecha en España no ha necesitado evolucionar desde 1939”;  mientras el historiador Carles Viñas intercalaba jugosas ideas: el descrédito de la UE, el creciente rol de la mujer en la ultraderecha, el efecto boomerang del cordón sanitario...Mark Bray soltó una de clara: hay valores de izquierda no negociables”.

Y acto seguido, música de Fiebre del sábado noche, porque de un texto del irlandés Nik Cohn, cronista excelso de la cultura musical urbana del último medio siglo, nació el mito Tony Manero, que se inventó. Con la música de fondo que iba pinchando el DJ Kosmos, Cohn se sentó en un mullido sofá y se pasó una hora desgranando, cronológicamente hacia atrás, su idilio con la música y el ruido de las calles. Y así fue apareciendo, con deliciosa ironía y excelente prosa, su cruce con Paul Elvis Chan, imitador chino de Elvis (1999), una borrachera en casa de un Jimi Hendrix que ejercía de Robin Hood de camareras ultrajadas y músicos de calle vilipendiados (1968) o el nacimiento de su pasión musical cuando una noche escapó de la zona de su Derry protestante a la católica y vio allí bailar a unos Teddy Boys. “Albiré la magia. Nació una rata”. Y las 300 personas en el teatro del CCCB aplaudieron un clima.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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