ERC y Junts per Catalunya se disputan la hegemonía del independentismo
Los republicanos ondean la bandera del pragmatismo y el diálogo, mientras que Puigdemont impone a los neoconvergentes las tesis más unilaterales
El procés se ha desarrollado en paralelo a una larga batalla subterránea que tiene dos protagonistas. Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya llevan años en un pulso continuo por consolidarse como partidos hegemónicos del independentismo, mientras que en el Govern que comparten como socios tratan de mantener las formas. ERC parte como favorita para estas elecciones del 28 de abril, mientras que Junts per Catalunya llega desgastado en una contienda que también dirimirá qué discurso conviene más para los ciudadanos en esta etapa del procés: los republicanos presumen de una defensa del diálogo y de estar lejos de tesis unilaterales, y los neoconvergentes plantean una estrategia de bloqueo.
Los republicanos parten como favoritos en estas elecciones, en las que tratarán de ganar la hegemonía del independentismo y distanciarse de Junts per Catalunya. En las últimas generales, en 2016, ERC consiguió nueve diputados, uno más que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), pero no pudo mantenerse por delante de los neoconvergentes en las catalanas de 2017, cuando fue superada por Puigdemont. Esta vez, los sondeos otorgan a ERC hasta 18 diputados. La candidatura, encabezada por el preso Oriol Junqueras y por el diputado Gabriel Rufián, lleva como lema “Va de llibertat”, y reivindicará el diálogo como la vía para conseguir la independencia. Con esta apuesta por el pragmatismo, ERC pretende cosechar votos de JxCAT y de los comunes.
"El 28-A la victoria tiene que ser republicana frente a un PSOE que se ha acobardado. Tenemos que defender el derecho a la autodeterminación", ha dicho este jueves el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el acto de inicio de campaña. "No aceptamos ninguna lección de republicanismo, de independentismo ni de izquierdas", ha añadido Rufián, quien ha asegurado que solo ERC pordrá impedir un pacto entre los socialistas y Ciudadanos.
Por su parte, el partido de Carles Puigdemont sufre de las disputas internas en el espacio que dejó la antigua Convergència, y llega también desgastado al 28-A por la gestión del president Quim Torra. Mientras que Convergència consiguió en 2016 ocho diputados en el Congreso, las encuestas prevén que Junts per Catalunya consiga la mitad, lo que hace muy difícil que los neoconvergentes consigan la hegemonía en el independentismo. Puigdemont ha optado por una estrategia de tensión y ha impuesto a sus candidatos más rupturistas, apartando a los hasta ahora diputados en el Congreso, considerados del sector pragmático.
La exconsejera de Cultura Laura Borràs acompañará a Jordi Sànchez en la candidatura, que bajo el lema “La força de Catalunya” incidirá en la defensa del derecho a la autodeterminación. En el acto de inicio de campaña de Junts per Catalunya, que ha contado con la presencia del president Torra y de los expresidentes Artur Mas y Carles Puigdemont -por videoconferencia-, se ha leído este jueves una carta de Sànchez en la que deja claro que su partido tiene una estrategia distinta a la de ERC: "Nuestros objetivos no son partidistas. No trabajamos para hacer un partido más grande, sino para hacer más grande la voz de la autodeterminación". El candidato también avisa de que, aunque "se dejarán la piel" para alcanzar acuerdos después de las elecciones, ni él ni su partido pedirán perdón por el 1 de octubre. "Trabajaremos para evitar tanto un gobierno de derechas y extrema derecha como un gobierno de PSOE y Ciudadanos. Pero no pagaremos por avanzado a nadie", añade.
El expresidente Mas reivindicó el voto a Junts per Catalunya no solo para frenar a la derecha, sino para "la unidad independentista". En este sentido, ha pedido a los votantes que sean "coherentes con las proclamas de unidad en las calles". El expresidente Puigdemont también ha cargado veladamente contra ERC: "No somos un espacio político que viene a ganar un determinado capital para un partido. Trabajamos para un país, un hilo rojo que tejimos el 9-N, el 1-O y el 21-D".
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