El director de Antifraude pide que no se someta la lucha contra la corrupción al “marketing político”

En pleno periodo electoral, mientras los partidos dan a conocer sus propuestas, el director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Miguel Ángel Gimeno, ha pedido a los políticos que sitúen la lucha contra la corrupción en el centro de la agenda pública. En una comparecencia en el pleno del Parlament, Gimeno ha rechazado, al mismo tiempo, que se esgrima la corrupción como arma electoral. "No podemos enfocar el control de la corrupción como una operación de marketing político".

El magistrado Gimeno ha hecho balance de los diez años desde la creación de Antifraude. Ha defendido el papel de la institución como "pieza clave" en la lucha contra la "pandemia" de la corrupción. Pero ha advertido de que "no puede ser la única" ni sirve para "suplir las responsabilidades" del Gobierno y del Parlament. "Hay que implementar medidas preventivas que minimicen los riesgos", ha dicho Gimeno, que ha pedido un "plan estratégico de lucha contra la corrupción".

Tras una etapa convulsa bajo el mandato de Daniel de Alfonso, Gimeno ha defendido que Antifraude está "en vías muy avanzadas de recuperar la confianza ciudadana". El director de la OAC ha aprovechado su comparecencia ante los diputados para "pedir más competencias". "Hemos de poder gestionar los conflictos de interés, tener competencias en análisis prospectivas sobre áreas de riesgo, proteger a los alertadores y supervisar la contratación pública". Gimeno ha recordado que la mitad de denuncias que recibe Antifraude están relacionadas con contratos públicos.

En la primera década de funcionamiento, Antifraude ha recibido una media de 150 denuncias anuales. Solo en 2018, el órgano registró 218, lo que supuso un aumento del 45%.