Un algoritmo que cambia la vida a 288 familias
El Ayuntamiento adjudica viviendas públicas para alquiler entre aproximadamente 17.026 demandantes
No hubo bolas, ni bombos, ni gente disfrazada, ni niños cantores de San Ildefonso, pero está en juego un premio mucho más probable -estadísticamente- que el Gordo: un techo bajo el que vivir. Los décimos se han sustituido por un algoritmo informático que ha escogido entre 17.026 personas a los beneficiarios de las 288 viviendas públicas que ofrecía el Ayuntamiento, y que se suman a las 2.891 adjudicadas desde el principio del mandato. Las cifras arrojan que, en principio, cada solicitante parte con un 1,7% de posibilidades de ser agraciado con un hogar. En términos estadísticos, está más cerca de lo que parece de las 0,0012% de posibilidades que existen de ser agraciado en la Lotería de Navidad.
Una hora y diez minutos es lo que ha tardado este sistema en hacer la asignación provisional de las viviendas ante un notario. Los interesados han podido seguirlo vía streaming en la página web de la EMVS. La fecha de la entrega de llaves está programada para mediados del mes de abril.
Para entender el proceso hay que remontarse al 15 de enero, cuando el Consejo de Administración aprobó ofertar 288 viviendas de distintas características. Podían ser de un dormitorio (40-45 metros cuadrados), dos dormitorios (50 a 60), tres dormitorios (65 a 75) y cuatro dormitorios (100) . Los pisos que serán entregados están situados en su mayoría en Vallecas (110), distrito al que siguen Villaverde (51) y Tetuán (50) por volumen de pisos ofertados. El resto se reparten entre distritos como Carabanchel, Usera, Centro y Barajas, entre otros.
Una vez fue aprobada la oferta en enero los solicitantes tuvieron de plazo hasta el seis de febrero para entregar sus solicitudes en el Registro Permanente de Solicitantes. Las colas, de varias horas, invadieron durante un mes el barrio de Arganzuela hasta el último minuto del jueves pasado, fecha en que se cerró el plazo a las 14.00.
Entre las personas que esperaron turno pacientemente para aspirar a un piso está Franklin Chema, de 35 años. Para él, la diferencia entre su alquilar actual y uno de estos pisos es sustancial: “Vivo en Usera y pago 600 euros por un cuarto en donde vivo con mi hija y mi esposa”. Si consigo una vivienda pública en arriendo pasaría de pagar 250 euros en mi barrio”, explica. Su caso es paradigmático. Chema trabaja en la construcción y no tiene un contrato fijo, por lo que le es muy difícil que le alquilen un piso: su sueldo no es estable y no tiene cómo pagar los cinco meses de fianza.
El programa seleccionó aleatoriamente a los ganadores, divididos en nueve grupos: menores de 35 años, mayores de 65 (ambos suman el 20% de la oferta), familias monoparentales (5%), numerosas (5%), personas con discapacidad (4%), víctimas directas o indirectas de violencia de género (5%), personas vulnerables (18%), o en extrema exclusión residencial, donde entrarían, por ejemplo, personas sin hogar (3%) y grupo general (40%). De esta manera, una persona con cierto grado de discapacidad, mayor de 65 años y en situación vulnerable ha entrado en tres sorteos, lo que ha triplicado sus posibilidades elevándolas hasta el 5,1%.
Cada piso tendrá, además, dos suplentes, en caso del que el primer adjudicatario no cumpla los requisitos legales. Se trata de una prevención que permite al Ayuntamiento estar seguro de que la vivienda no quede vacía. El viernes a los preadjudicatarios que han salido seleccionados les llegará un SMS con la noticia al tiempo que se notificará oficial en la web de la EMVS.
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