Juicio al acusado de causar un fuego al asar un chorizo en la ola de incendios de 2017
El hombre afronta cinco años de prisión porque "existió grave peligro para la vida de las personas", dice la fiscal de Medio Ambiente
Miguel Ángel M. N., de 57 años, el primer detenido tras la oleada de incendios de octubre de 2017, será juzgado este jueves en la Audiencia de Ourense como presunto autor del incendio forestal que se desató en el municipio de Os Blancos y que afectó a una superficie de 1,2 hectáreas de arbolado y monte raso. La fiscalía solicita para él una condena de cinco años y medio de cárcel, una multa de 4.320 euros y el pago de una indemnización de 947 euros, el coste de la extinción del fuego con los intereses de demora.
El hombre, empleado de la Administración de Justicia y miembro de un movimiento ecologista, fue detenido y excarcelado, un mes después, tras abonar una fianza de 2.500 euros. Él alegó en su defensa que estaba asando un chorizo en una barbacoa cuando las llamas se propagaron sin control, pero la fiscalía ha apreciado intencionalidad y le acusa de prender fuego en una finca, propiedad de su mujer, “con un instrumento adecuado para ello, que portaba previamente”.
Según la fiscal delegada de Medio Ambiente de Ourense, "existió un grave peligro para la vida de las personas, dada la proximidad del incendio a los núcleos de población, estando las viviendas a unos 300 metros del lugar de inicio y una granja de pollos con actividad a una distancia de 250 metros". El incendio se registró a mediodía del domingo 15 de octubre, el día que comenzó la ola incendiaria que asoló Galicia, ardiendo en la comunidad 49.200 hectáreas en 264 frentes, casi la mitad de la superficie en la provincia de Ourense. Fallecieron cuatro personas, una de ellas, Marcelino Martínez, de 78 años, en la localidad ourensana de Carballeda de Avia.
Señala el escrito de acusación que “el acusado prendió el fuego, pese a existir condiciones climatológicas favorables a la propagación debido a las altas temperaturas reinantes, la velocidad del viento, con ráfagas de 18,22 kilómetros por hora, y con una humedad relativa de 28, siendo el índice de riesgo extremo”.
El hombre, natural de Rairiz de Veiga, aunque residente en Vigo, está acusado de un presunto delito de incendio forestal de los artículos 352 y 353 del Código Penal, el tipo agravado para los fuegos de "especial gravedad", aquellos en los que concurren circunstancias de riesgo. En este caso, se considera agravante porque se originó en una zona próxima a núcleos de población o a lugares habitados, y por el hecho de producirse en un momento en el que las condiciones climatológicas o del terreno incrementaban de forma relevante el riesgo de propagación.
Tras su arresto, la junta de personal de Justicia de Pontevedra salió en su defensa y pidió que no fuese señalado "como cabeza de turco para desviar la visión de los graves fallos del Gobierno gallego por una nefasta política contra los incendios y de protección de nuestros montes". También el movimiento ecologista al que pertenece el acusado se solidarizó con él.
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