Albert Quesada arma una atractiva juerga en el Mercat de les Flors
‘Flamingos’ combina una danza divertida y versátil con el flamenco y las coplas
Divertido, ágil e interesante en su puesta en escena resulta Flamingos, primer trabajo de larga duración del coreógrafo Albert Quesada, enmarcado en el proyecto Cèl.lula, una iniciativa del Mercat de les Flors de Barcelona para impulsar a los creadores de danza para que crezcan y asuman nuevos retos. En esta pieza late la idea que llevó a Quesada a crear su primer espectáculo, Undostreundos, que se presentó con éxito en la edición del Sismógraf de 2016. Su atractivo reside en comprobar cómo el gesto contemporáneo ideado por el autor toma otra dimensión al son del cante y baile flamenco. Fuente de inspiración para este trabajo han sido la bailaora, Carmen Amaya y el director de cine y filósofo, John Waters.
Flamingos
Idea, coreografía y dirección de Albert Quesaa; Diseño escénico y luces de Cube.bz; Diseño sonoro de Rafael Cañete, Julián D’Avino y Carlos Parra; Vestuario de Jorge Dutor y Txell Janot; Dramaturgia de Alberto Pérez Hidalgo y Pau Masaló. Mercat de les Flors. Sala MAC. Barcelona. 22 de marzo
Para llenar la inmensidad del escenario de la Sala MAC del Mercat se necesitan intérpretes que, además de bailar bien, posean una personalidad escénica. Algo que ocurre con los ocho bailarines que ejecutan Flamingos. Blanca Tolsá, Eliott Marmouset, Mario G. Sáez, Miquel Fiol, Katie Vickers, Laila Tafur, Víctor Pérez Armero y Viktoria Anderson forman un grupo divertido y versátil en su baile. Cuando el público entró en la Sala MAC, la noche del pasado viernes, ellos se paseaban por el patio de butacas riendo, cantando, gritando o acariciando las cabezas de los espectadores con los flecos de sus mantones.
Ya en el escenario el trabajo es coral, las frases coreográficas no son complejas pero conducen a que esta manada se mueva con agilidad y frescura. Flamingos es una obra que destila juventud, humor y plantea una relación entre los intérpretes llena de sorpresas El leitmotiv de Quesada sigue siendo la investigación sobre el origen del flamenco, una idea que le sirve al coreógrafo para desarrollar un gesto contemporáneo original y novedoso, que despierta la curiosidad del espectador. Las alusiones al baile flamenco son esbozos que refuerzan las coplas y cante jondo que forman la estimulante banda sonora de Flamingos, donde también aparecen temas de Raphael, Elton John, Winnie Houston o de la ópera La Traviata de Verdi , algunos de ellos cantados por los propios bailarines. Mención especial merece el colorista e imaginativo vestuario de Jorge Dutor y Txell Janot.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.