“No queremos a esos asesinos en nuestro barrio”
Los vecinos del barrio del Pozo del Tío Raimundo afirman que seguirán con las movilizaciones hasta que Los Visi se marchen
Francisco Doctor, de 37 años, hijo pequeño de Francisco Doctor Cortés, asesinado el pasado domingo de una cuchillada en el cuello, condenó ayer la violencia que se ha desatado en el barrio tras la muerte de su padre. Los vecinos del Pozo del Tío Raimundo se han levantado contra la familia del supuesto asesino, Los Visi, comerciantes ambulantes a los que están presionando para que se marchen.
El hijo explicó que la tarde del domingo sacaron a pasear cuatro perros cuando una mujer les increpó por llevar los animales. Los familiares de Doctor le dijeron que se fijara ella en cómo tenían ellos la plaza llena de suciedad. “Decidimos ir a otro parque y cuando regresamos nos estaban esperando la mujer y su padre, que nos reprocharon sobre lo que le habíamos dicho a ella. De repente empezó a salir más gente”.
“Llegaron a ser entre 15 y 20 personas, nos rodearon y se inició una pelea. En ese momento acuchillaron a mi padre opero yo no lo llegué a ver”, contó. Dijo que eran continuos los problemas que ofrecía esta familia por los problemas de “suciedad, jaleo, ruidos y mal aparcamiento” que eran frecuentes por parte de esta familia. “Tenían aterrorizado a buen parte del barrio. Son gente muy violenta y, si no, solo hace falta ver que han matado una persona por una tontería”, aseguró. Este ha destacado que su hermano y dos tíos suyos, que resultaron heridos en la agresión, se recuperan favorablemente de las heridas.
Este ha condenado la violencia reiteradamente y ha pedido que la policía detenga cuanto antes al autor. “No queremos la violencia, nosotros no hemos decidido hacer ninguna manifestación, ha sido el barrio de manera espontánea, pero nuestra opinión es que la violencia no se paga con violencia. Si con todo esto se consigue que esta gente se vaya y que no siga a más".
“Asesinos fuera”
“No queremos a esos asesinos en nuestro barrio. El Pozo no va a parar hasta que los echemos”. Quien habla es una mujer de unos 50 años, estatura media y bastante enfadada. Junto a ella, sus hijos asienten con la cabeza. Este barrio del distrito madrileño de Puente de Vallecas vive unos días convulsos. “Paco era muy buena gente y no se metía con nadie. No hay derecho a que terminara así”, explica un hombre que pasea su perro en las inmediaciones de la calle de Esteban Carros.
Las fachadas de las viviendas del supuesto asesino y sus familiares, situadas en los números 14 y 18 de la calle de Esteban Carros, lucen desde el lunes pintadas y carteles con los lemas “asesinos” y “asesinos fuera”. Ambas casas han sido atacadas en diversas ocasiones con lanzamientos de piedras, palos y huevos durante las manifestaciones que se repiten todas las tardes a las 19.30. ”Las vamos a repetir hasta que Los Visi se marchen, que se larguen de una vez y que dejen al barrio en paz”, comentan dos jóvenes mientras apuran dos cervezas en un bar.
El barrio asegura que el supuesto asesino, de nombre David y Jacky de apodo, es plenamente conocido por todo el mundo. Vendedor ambulante de frutas y verduras, se encuentra en paradero desconocido desde el instante posterior al que se produjo el crimen.
La víctima y el supuesto asesino vivían en dos números, en edificios de ladrillo visto de tres alturas construidos hace unos 40 años. De hecho, la salida de los dos portales está a cinco metros escasos. Enfrente, a poco más de 10 metros se encuentra el número 18, en el que viven otros integrantes de Los Visi. Esta casa tiene un patio trasero pequeño y el acceso a la vivienda se hace directamente, sin pasar por ningún portal. Los edificios forman una manzana cerrada en cuyo interior hay un pequeño espacio solado con plaquetas.
Las manifestaciones contra Los Visi se han vuelto en alguna ocasión algo violentas. El miércoles intentaron incendiar una de las viviendas de Los Visi, lo que obligó a los bomberos a intervenir. Hubo un fuerte despliegue de policías durante toda la concentración, que surgió de forma espontánea y que no ha sido comunicada a la Delegación del Gobierno en Madrid. Los antidisturbios se desplegaron por la zona y fueron siguiendo a los manifestantes por el recorrido que hicieron. A su paso, destrozaron una furgoneta del supuesto asesino, que ya había sido atacada el lunes por la noche.
Los mandos policiales reconocen que la situación es “bastante complicada” y que temen incluso que se radicalice el próximo domingo cuando se instala el mercadillo del barrio. Allí tienen varios puestos el supuesto asesino y sus hermanos (14 en total). La policía cree que la detención del presunto homicida puede ser inminente y que este hecho puede suponer que se relajen los ánimos en el Pozo. Hasta que eso ocurra, la presencia de policías es permanente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.