_
_
_
_
A VISTA DE MÓVIL
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Superheroína

Cada semana, una foto de Madrid

Pintura en una fachada de la calle de Sombrerete.
Pintura en una fachada de la calle de Sombrerete.R.C.

Nunca airear alfombras fue cosa tan esotérica. Pero Lavapiés nos regala esas sorpresas. Junto a la silueta herreriana y zarzuelera del barrio más cool del mundo a su pesar, prende la fantasía en cualquier fachada. Esto es lo que se ve en un paseo por la muy señera calle del Sombrerete. Una mujer, casi zaherida por el universo, agarrada al balcón. Un cielo abierto tras la puerta que irrumpe como si pareciera consecuencia de una alucinación lisérgica.

Ella, con una mano sujeta los paños; de la otra, sin querer, se le escapan una especie de líneas medio zodiacales: un chaparrón ordenado de simbología que acompaña ese gesto medio retador, casi de cantarle las cuarenta a los vecinos, que se gasta la señora. Algo debe haberla molestado a fondo para que emita tamaña lluvia de flechas, espermatozoides y larvas salidas de un extraño cruce entre el realismo encarnado en el cuerpo de la vecina y el universo fantasioso que le rodea. Toda una paradoja que se ordena en azul, como el propio color del cielo de Madrid envuelve día a día sus sueños y podredumbres. O puede que se trate de una superheroína del barrio, empeñada en desfacer entuertos, perseguir malandrines o acallar tumultos. Una quijotesa con delantal por coraza y su escoba escondida como lanza láser en ristre. El arma que en cualquier momento blandirá, harta de tanta inmundicia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_