La oposición entierra el segundo intento de Colau de crear una funeraria pública
Los partidos se acusan mutuamente de actuar con populismo y electoralismo a tres meses de las elecciones
A tres meses de las elecciones, la oposición del Ayuntamiento de Barcelona ha enterrado el segundo intento del gobierno de la alcaldesa Ada Colau de crear una funeraria pública con velatorios propios para abaratar los entierros. “Somos la ciudad donde más caro es morirse”, ha defendido el concejal de Presidencia, Eloi Badia, sobre un proyecto que Barcelona en comú no llevaba en el programa electoral pero promovió a raíz del debate ciudadano sobre las elevadas tarifas de los servicios funerarios.
Solo la CUP ha apoyado el proyecto en un pleno que no ha durado ni 50 minutos en el que el resto de partidos se han explayado en tacharse mutuamente de populistas y de actuar con fines electoralistas.
Como en las grandes ocasiones, la alcaldesa en persona ha pedido un último turno de palabra para dirigirse “a las fuerzas de izquierdas” y “lamentar” y asegurar que “no entiende” el voto de ERC y el PSC. El de ERC, que se ha abstenido, porque propuso al Gobierno rescatar el proyecto. Y al PSC, porque en el primer intento de aprobar el proyecto había votado que sí. “Estamos aquí para gobernar para la gente no por los intereses cortoplacistas y electoralistas de partido”, ha zanjado.
Desde el PDeCAT, Sònia Recasens ha acusado a Colau de populista y de asegurar que se aprueban 60 velatorios hasta 2050 “cuando estamos votando cinco o seis”. Todavía más duro, Koldo Blanco de Ciutadans ha acusado al gobierno de “manipular” y “crear un conflicto innecesario porque el 80% de los ciudadanos están satisfechos de los servicios funerarios”. Por parte del PSC, Carmen Andrés ha asegurado que su formación desconocía cuántas salas estaba votando y acusó también al concejal Eloi Badia de haber asistido poco a los consejos de administración de la empresa funeraria. Y desde el PP, Alberto Fernández, ha considerado el caso de la funeraria “un nuevo engaño de Colau” tras “la eléctrica que venden como si bajaran los precios o el dentista” que no se ha aprobado.
Por parte del único grupo que se ha abstenido, ERC, el concejal Jordi Coronas ha acusado a Colau de no cumplir los acuerdos a los que llegaron para crear un servicio básico de bajo coste (1.800 euros) y de “no ejercer su obligación en el consejo de administración de servicios funerarios”, donde el Ayuntamiento mantiene un 15%. “Prefieren montar campañas de publicidad en vez de resolver los problemas de la ciudadanía”, ha espetado a Colau el republicano.
En su última intervención, el concejal Eloi Badia ha recordado que si el Ayuntamiento pretende ahora crear una funeraria pública es porque en el pasado se vendió en varias fases la participación municipal. La última vez en 2011, con el PSC en el Gobierno y “a tres meses de las elecciones”. “PSC y ERC votaron a favor, CiU y PP se abstuvieron e ICV votó en contra”, ha recordado.
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