Juntos y unidos

Los andaluces conmemoramos el 28 de febrero el treinta y nueve aniversario de la autonomía andaluza de la mano de las cuatro décadas que en este tiempo se cumplen de la Constitución Española de 1978. Ambos momentos resultan determinantes para entender la mayor etapa de convivencia, progreso y democracia que ha conocido España, y por tanto, también Andalucía.

Quienes ya tenemos unos años valoramos profundamente el ejercicio de encuentro, reconciliación y generosidad que supusieron ambos hitos.

Quienes habían vivido enfrentados en bandos, quienes habían sufrido el dolor de una guerra entre vecinos y de una dictadura asfixiante durante años y años, encontraron el espacio y la voluntad para darse la mano en el firme compromiso de construir juntos un horizonte de paz y progreso entre españoles, de mejora de la calidad de vida y de los servicios propios de un Estado de Bienestar y de apuesta por modernizar España y situarnos a la cabeza de las naciones europeas y occidentales.

Nos legaron un proyecto de país y un proyecto de Comunidad que con sus luces y sombras nos ha permitido alcanzar elevadas cotas de bienestar y de desarrollo económico.

Pero como todo en la vida, los grandes logros merecen ser reconocidos sí, pero también cuidados, alimentados, compartidos y renovados.

Hoy, tras cuatro décadas de espacio constitucional y autonómico, el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía afronta con ambición las reformas y la renovación de nuestra realidad.

Celebrar hoy la España autonómica supone responsabilizarse con las demandas de más eficacia, de mayor cohesión y de absoluta igualdad que comparten los ciudadanos de nuestro país, y con especial énfasis como pudimos ver en las urnas el pasado dos de diciembre, los andaluces y las andaluzas.

Nuestro Gobierno entiende que la mejor manera de defender la autonomía de Andalucía es defender la vigencia de la Constitución Española de 1978 que reconoce a España como una nación de ciudadanos libres e iguales ante los ataques de quienes por un lado han pretendido asestar un golpe a la democracia, así como de quienes en un intento de apaciguar a los responsables de este han valorado arrodillar la igualdad y la dignidad de nuestro país.

Nuestro Gobierno entiende que defender el autonomismo andaluz es generar las condiciones en las que se pueda desarrollar todo el potencial que atesora nuestra sociedad, apostando por rebajar la carga fiscal de los ciudadanos, facilitando la llegada de proyectos empresariales potentes así como del emprendimiento propio y garantizando unas administraciones al servicio de los andaluces y no permitiendo nunca lo contrario.

Defender hoy el Estatuto de Autonomía de Andalucía es asegurar una educación pública de calidad que genere futuro para los jóvenes, una sanidad pública sin interminables listas de espera, una Dependencia que llegue a tiempo a quienes lo necesitan así como un marco jurídico y unas actuaciones efectivas que protejan a las mujeres de la violencia machista.

Mi compromiso con Andalucía es un compromiso con una Andalucía que funcione. Con unas instituciones que se acerquen a lo que de verdad merecen los andaluces y se alejen de los escándalos del pasado. Una Andalucía que funcione no obligará a ningún joven a salir en busca de oportunidades. Una Andalucía que funcione no debiera negarle a nadie un puesto de trabajo. Una Andalucía que funcione será la tierra en la que todas las familias tengan posibilidad de construir aquí, si lo desean, sus proyectos de vida.

Trabajaremos para estar a la altura del legado que nos dejaron hace cuarenta años. Los andaluces unidos, y los españoles juntos, renovaremos un proyecto común de progreso y oportunidades.

 Juan Marín es vicepresidente de la Junta de Andalucía y líder territorial de Ciudadanos.