Cisma municipal por la izquierda
El choque autonómico entre Iglesias y Errejón se reproduce en los municipios, con múltiples listas de Podemos, IU, Equo y plataformas locales más el PSOE para las elecciones de mayo
La crisis abierta en la izquierda por la alianza de Íñigo Errejón y Manuela Carmena para impulsar Más Madrid se ha multiplicado por distintos motivos en toda la Comunidad. Los enfrentamientos, dimisiones y expulsiones de Podemos en Móstoles, Leganés, Torrejón, San Fernando, Las Rozas, Getafe, Alcalá o Collado Villalba muestran el choque entre la táctica de Pablo Iglesias —que quiere una papeleta electoral que refleje la unión de Podemos, IU y Equo— y la de representantes municipales cercanos a Errejón, que en varios de esos casos quieren mantener las plataformas locales con nombre propio de 2015. Ya nadie descarta que la fractura se traduzca en candidaturas enfrentadas. A un lado, Podemos y sus aliados. Al otro, las plataformas en las que se integró hace cuatro años y el PSOE. Y peor: en Madrid, Getafe, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes o Torrelodones ya es una opción que también IU se presente sola, a lo que se puede añadir la competencia de Actúa, Equo, los anticapitalitas de Podemos o políticos locales en distintas circunscripciones.
Las negociaciones entre Podemos e Izquierda Unida
- Los dos partidos han alcanzado un acuerdo para presentarse juntos en: Colmenar Viejo, Alcorcón, El Escorial, Collado Villalba, San Martín de la Vega, Guadarrama, Pozuelo, Galapagar, Moralzarzal, Hoyo Manzanares y Colmenarejo. En consecuencia, los pactos para unificar su oferta electoral, por ahora, solo afectan a 11 de los casi 200 municipios de la región.
- No hay acuerdo en Getafe, Torrelodones, Villanueva del Pardillo, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes o Velilla de San Antonio. En Madrid capital, Podemos ha decidido no presentarse y la unión de IU y Más Madrid parece imposible por sus discrepancias sobre la Operación Chamartín.
"Se nos pone la cruz por haber apoyado el movimiento de Íñigo y Manuela", resume Gabriel Ortega, segundo teniente de alcalde en Móstoles. "Desde entonces, se empieza una línea de depuración, de eliminación de la disidencia, pese a que aquí las políticas son un éxito", añade sobre uno de los pocos gobiernos sólidos de Podemos y el PSOE en toda España. "Podemos siempre pone por delante el control interno a los resultados de la ciudad. Pesan más las lealtades internas, no se acepta la pluralidad. Y por eso dimito, me retiro de las primarias y anuncio que nos presentamos a las municipales por nuestra cuenta con Ganar Móstoles", sigue sobre su apuesta alternativa a Podemos. "Prefiero estar fuera de Podemos que fuera de la realidad, que es donde se ha situado la dirección de Podemos".
El ejemplo de Móstoles refleja la sopa de siglas con la que puede encontrarse el votante y que los componentes de la crisis de Ahora Madrid en la capital se están reproduciendo en otros municipios de la región.
Al contrario que en 2015, cuando no se presentó a las municipales, Podemos quiere hacer sus primarias, como IU y Equo, y negociar luego con estos partidos una única lista electoral que se denomine Unidas Podemos-Izquierda Unida-Equo, salvo que ya haya una marca de éxito local, que podría mantenerse. Sin embargo, ediles de distintas localidades que fueron elegidos en 2015 en las plataformas en las que se integró Podemos creen que esa votación interna para elaborar la lista debe ser conjunta, y no partido a partido. Como resultado, la formación de Iglesias les considera fuera de su estructura: lo mismo que ha ocurrido con Rita Maestre y los otros cinco concejales capitalinos que se han integrado en Más Madrid. ¿El argumento? Quien no se somete a la votación de los inscritos de Podemos —y solo de ellos — no es de Podemos.
"Lo que me extraña es que Podemos, que está hablando de confluencias [con IU y Equo] deje fuera a candidaturas de unidad popular que empezaron en Podemos, que han promovido el cambio en muchos Ayuntamientos, y que están gobernando. No se entiende", opina Cati Rodríguez, alcaldesa de San Fernando de Henares y líder de la plataforma de San Fernando de Henares sí puede. "Las razones no las sé", añade la regidora, que argumenta que está apostando por repetir la fórmula electoral de 2015 y recuerda que Podemos no se presentó a aquellos comicios. "Ahora no quieren las mismas fórmulas que se crearon entonces desde Podemos".
La excepción de Alcorcón
Solo Alcorcón —donde lleva las riendas un político próximo a Iglesias, Jesús Santos— y otros doce municipios han recibido permiso de Podemos para hacer primarias conjuntas con IU, Equo y los independientes locales, porque lo pidieron previamente.
"El lío está en todos los sitios porque proviene del ámbito nacional y regional. Están aprovechando este conflicto para ajustar todas las cuentas que puedan", critica a la dirección de Iglesias Fran Muñoz, concejal de Leganemos en Leganés, que vincula los problemas municipales al conflicto abierto entre los fundadores de Podemos. "La situación en Podemos ha degenerado tanto que creo que les puede el odio y que han dejado de hacer política".
"Nos estamos centrando mucho en temas internos y poco en buscar un relato político para ilusionar a los madrileños", lamenta Gonzalo Díaz, que renunció como secretario general de Podemos en Collado Villalba y ahora apoya el proyecto de Más Madrid. "Es lo que originalmente hicimos al fundar Podemos: ir juntando gente con un proyecto político transversal, donde a nadie se le preguntaba de dónde venía ni tenía las viejas etiquetas de la izquierda. Ese es el camino".
El PSOE asiste a los conflictos de Podemos, IU y sus plataformas sin afrontar hasta ahora más problemas públicos que el de las suspicacias internas que ha generado el apoyo de Pedro Sánchez a Pepu Hernández como candidato socialista a la alcaldía de Madrid. De hecho, y con excepción de la capital, ya ha presentado a todos sus aspirantes a gobernar en localidades de más de 20.000 habitantes.
Al contrario, en el corazón de los problemas municipales de la izquierda, reflejados en que Podemos e IU solo hayan logrado cerrar pactos electorales en once de los casi 200 municipios de la región, según fuentes de la formación de Alberto Garzón, está el momento de zozobra que vive la formación de Iglesias.
La alianza de Errejón y Carmena ha generado un efecto cascada que ha ido tensionando todas las estructuras del partido. Ramón Espinar, el secretario general autonómico, dimitió cuando Iglesias no apoyó su propuesta de negociar una única lista electoral con Más Madrid. Una gestora dirige desde entonces la formación en la Comunidad. Y suyas son las decisiones sobre los conflictos que van surgiendo en los municipios que no cumplen con el acuerdo marco firmado por Podemos e IU, y que sirve de paraguas para homogeneizar las negociaciones municipales. Este diario intentó recabar la opinión de la gestora sobre la situación interna de Podemos en Madrid, sin obtener respuesta.
Más Madrid
La alianza de Errejón y Carmena nació con unos límites claros: expandir el proyecto municipal de la alcaldesa a la Comunidad. Sin embargo, una parte de Podemos querría que el proyecto de Más Madrid se extendiera a todos los municipios, según fuentes parlamentarias, para así superar el desgaste de las siglas de Podemos y aprovechar el impulso de la plataforma. Una opción que el equipo de Errejón descarta.
"Los díscolos de varios municipios, o aquellos a los que han machacado desde la organización, tienen razones para presentarse por Más Madrid", opina una fuente parlamentaria de Podemos vinculada al errejonismo. "Otra cosa es que Más Madrid quiera soltar su marca, que les den permiso".
¿Es eso posible? "Es un proyecto solo para Madrid [capital y Comunidad]", niegan desde el equipo de Errejón, que sí ha establecido contactos con distintas plataformas locales para asegurarse de que en esos municipios se da a conocer el proyecto autonómico de Más Madrid, con la esperanza de que eso se transforme en votos para la candidatura del fundador de Podemos a la presidencia regional. "No es que queramos hacer un Más el municipio que sea en todos los sitios, sino llegar a los máximos acuerdos posibles para un proyecto armonizado".
La armonía, sin embargo, es hoy una quimera en el partido. El primer aviso fue el conflicto por la integración en la lista de Carmena de seis concejales de Podemos que decidieron no pasar por las primarias de la formación. Luego, la alianza de la alcaldesa con Errejón dejó noqueado al núcleo duro de Iglesias. Posteriormente, la integración de IU en el proyecto capitalino de Más Madrid saltó por los aires por su oposición a la Operación Chamartín. Y ahora, con Iglesias pendiente de Errejón, Podemos, y en consecuencia toda la izquierda, prepara las elecciones municipales entre fuertes tensiones internas.
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