Ideas para emprender desde el aula
Alumnos de un instituto sacan adelante sus proyectos de emprendimiento con la colaboración de empresas
Germán, de 19 años, ha montado un servicio de impresión 3D bajo demanda con el que ha cubierto los gastos de las tres impresoras que ha construido y está ya ganando dinero. Ofrece figuritas de personajes de videojuegos, réplicas de personas, juegos o piezas de repuesto a un precio entre un tercio y la mitad más barato que la competencia, asegura. “Mi objetivo es seguir aprendiendo, aumentar el catálogo y vender a gente joven con buenos precios y calidad media”, afirma.
Camila, José M. y Pablo están diseñando un escape room virtual —un juego de aventura y mental en el que un grupo de jugadores deben resolver un enigma en una habitación— para una consultora que tiene previsto utilizarla como un elemento más en sus procesos de selección de personal. Compañeros suyos hicieron el curso pasado un proyecto para la misma empresa, y este año están trabajando. Dani, Laura y dos compañeros llamados Diego están diseñando unas “gafas de realidad aumentada para enseñar los museos a los turistas”.
Son algunos de los 11 proyectos que 25 alumnos del IES Clara del Rey (un centro de Formación Profesional con 1.600 alumnos en el distrito de Chamartín) llevan a cabo en el aula de emprendimiento que se inauguró oficialmente ayer, pero que lleva funcionando desde el curso pasado.
Al acto acudieron, entre otros, la viceconsejera de Educación, Cristina Álvarez, y la presidenta de IBM España, Marta Martínez. En este centro surgió hace dos años la idea de crear espacios para impulsar los proyectos de los alumnos y favorecer la creación de microempresas. Su aula de emprendimiento es una de las 26 que ya están operativas en otros tantos institutos de FP específicos de la Comunidad de Madrid, y en las que la Consejería de Educación lleva invertidos 2,3 millones. La idea del Gobierno regional es completar su implantación en el resto de centros, otros 14, y en los 137 institutos que imparten ciclos formativos y que lo soliciten.
“Hemos pasado de los tres proyectos y seis alumnos del curso pasado a tener que hacer una selección entre los 40 proyectos que se han presentado este año”, dice Pilar Mascaraque, profesora y responsable de emprendimiento del instituto. Mascaraque destaca la “actitud y la viabilidad” tanto de los alumnos como de los proyectos, y señala la buena respuesta de un programa que ha supuesto “una sobredosis de vitaminas” para unos estudiantes que piensan sobre cosas que les importan.
Hay otros dos elementos que la coordinadora del proyecto pone sobre la mesa: la colaboración de las empresas y de la administración educativa liberando a algunos profesores para que puedan dedicar más tiempo a estos proyectos.
Algunas empresas ya han respondido. La directora de Ciudadanía Corporativa de IBM, Belén Perales, cuenta que su compañía “ha puesto dinero para contratar mentores externos, ha facilitado contactos con otras empresas y trabaja en incorporar la inteligencia artificial a estos proyectos”. Desde Acción contra el Hambre, Aurora Carrasco, responsable del proyecto de Emprendimiento Social en FP, dice que “ofrece programas de formación al profesorado”. Iván Navas, fundador de Doofinder, buscador para tiendas online, asegura que quiere “llevarse a algunos alumnos y plantearles proyectos reales para invertir dinero de la propia compañía”. Y empresas como Accenture o El Corte Inglés reciben a alumnos en periodos de prácticas.
La viceconsejera de Educación, Cristina Álvarez, se muestra partidaria de “hacer cambios a medio plazo” cuando este tipo de programas ya se hayan asentado. No obstante, recuerda la autonomía que tienen los centros para hacer cambios en función de sus necesidades.
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